VIVIR
José Luis García Rúa alerta sobre el peligro de olvidar el franquismo
El profesor universitario asistió a las I Jornadas Libertarias, que organizan conjuntamente la Facultad de Humanidades de la UJA y el sindicato CNT
JAVIER MARTÍN/JAÉN
CHARLA. José Luis García Rúa, ayer en Jaén. / FRANCIS J. CANO
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José Luis García Rúa, catedrático de la Universidad de Granada y doctor en Historia de la Filosofía de la Universidad de Salamanca, aseguró ayer en Jaén que los españoles «siguen maquillando la figura de Franco y su régimen». El profesor universitario realizó estas afirmaciones durante la tercera sesión de las I Jornadas Libertarias, que se están desarrollando en el Patronato de Asuntos Sociales de Jaén organizadas por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de Jaén, junto al sindicato CNT, que ayer se centraron sobre la importancia de la recuperación de la memoria histórica.
García Rúa comentó en su ponencia que «a los jóvenes de hoy, Franco es sólo una palabra. El pueblo español está olvidando, si no lo ha hecho ya, lo que significo Franco y su régimen». Para el catedrático, esto es un gran error. «Un error peligroso. No podemos olvidar la historia. No podemos perder la memoria», recordó a los presentes.
A su juicio, el mayor problema es que desde la época de la Transición «se ha tapado, se ha maquillado» el verdadero carácter del régimen franquista. «Franco instauró un régimen genocida, en el que se destruyeron varias generaciones de ciudadanos. Ayer vi en un programa de televisión (en alusión al programa de historia Memoria de la España que emite cada martes TVE) un documental sobre el franquismo. La conclusión a la que llegaba es que Franco instauró una dictadura que con el tiempo evolucionó hacia un régimen autocrático. No hablaron nada sobre la esencia del régimen de Franco, que fue sobre todo un régimen genocida», apuntó García Rúa.
Junto al doctor universitario, habló Juan Armenteros, presidente de la Asociación par la Recuperación de la Memoria Histórica en Jaén. Armenteros recordó que en la provincia, en Higuera de Calatrava, hubo un campo de concentración en el que más de 12.000 personas estuvieron confinadas durante el régimen. «Son cosas que han pasado aquí, pero que no se habla de ellas. Que se han ocultado», dijo.
El catedrático García Rúa apuntó como causa de ese maquillamiento del régimen el hecho de que «vivimos en el post-franquismo. Nuestra democracia sólo lo es de manera superficial». El profesor se refirió en este punto a los procesos de reforma de los estatutos vasco y catalán: «En cuanto se habla de reformar esos estatutos, es decir, de hacer uso de las libertades que se supone otorga la Constitución, aparecen las amenazas. Es entonces cuando los Fragas y los Acebes nos recuerdan dónde estamos y salen diciendo eso no lo toquéis, que se va armar la de Dios».
Para Jose Luis García, esta situación viene heredada de la Transición, de su proceso en sí mismo. «Se oculta lo que pasó en el franquismo porque no hubo una ruptura, sino un proceso de transición. Se pasó de una legalidad a otra legalidad y por eso se ponen impedimentos para indagar sobre cuestiones como las fosas comunes y la represión que siguió a la guerra civil», dijo.
Juan Armenteros explicó que todavía hay gente mayor con miedo a hablar de la represión que sufrieron,e incluso los hijos de esas personas no quieren que la Asociación tenga contacto con sus padres.
Documentos históricos
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Jaén está llevando a cabo en la provincia numerosas entrevistas con aquellas personas que vivieron en sus carnes la represión franquista. De momento, llevan grabadas más de 60 horas con medio centenar de personas. «Quedan pocos y creemos que sus recuerdos no se pueden olvidar. Vamos a trabajar por recuperar esa memoria, documentarla y crear un archivo público para que todo el mundo pueda tener acceso a estas declaraciones de lo que pasó», explicó ayer Juan Armenteros, presidente de la asociación en Jaén.
Además, la organización está realizando un censo de fosas comunes en la provincia. En la capital se sabe de la existencia de una fosa en la que hay enterrados más de 1.600 cuerpos.