RANADA
Informática tiene que alquilar ocho bajos comerciales para clases y laboratorio
También un grupo de investigadores del departamento de Arquitectura seguirá trabajando en el piso alquilado que tienen y en el edificio de empresas de Diputación
ANDREA G. PARRA/GRANADA
Informática tiene que alquilar ocho bajos comerciales para clases y laboratorio
DEMASIADO PEQUEÑA. La Escuela de Informática no tiene sitio ni para profes ni alumnos. /IDEAL
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Clases y laboratorios en bajos comerciales. Es lo que tendrán los alumnos y el resto de personal de la Escuela Técnica Superior de las Ingenierías de Informática y Telecomunicaciones. Primero se mudarán los doctorandos y profesores de los grupos de investigación y después los estudiantes. Para eso, la Universidad ha alquilado ocho locales. De algunos ya está pagando el alquiler. Los investigadores se trasladarán en este curso sino hay cambios de última hora y las clases empezarán a impartirse el próximo año académico, en octubre.
A esta situación se ha llegado después de que la Escuela de la calle Periodista Daniel Saucedo Aranda se haya quedado más que pequeña. No hay clases y tampoco despachos para investigar. Desde hace un tiempo el departamento de Arquitectura y Tecnología de Computadores tiene alquilado un piso en los alrededores del centro educativo y en otros departamentos hacen turnos para poder llevar a cabo su trabajo, que por otra parte está teniendo importantes éxitos.
Los alumnos tendrán que soportar este cuatrimestre, que se retoma el lunes día 19, las estrecheces y falta de espacio. A la espera de que se desbloquee el asunto de la parcela en la que se quiere construir el nuevo aulario, en los bajos comerciales que hay cerca de la Escuela de Informática se acondicionarán cinco aulas. La más pequeña tendrá capacidad para acoger a cuarenta y cinco alumnos y la más grande a ciento dos. En conjunto la previsión es que se habiliten unas 300 plazas.
Al margen de estos locales, que plantean de entrada algunos problemas de mantenimiento, el personal de este centro universitario se dispersará por otros inmuebles. Algunos investigadores de Arquitectura seguirán en el piso y otros también se trasladarán al edificio de fomento de empresas que tiene la Diputación en la zona.
El caso de la Escuela de Informática es particular. Se inauguró no hace muchos años y se quedó pequeña casi el mismo día que se abrieron sus puertas. Esto puede tener varias lecturas. Puede ser considerado un éxito o un fracaso. ¿Por qué éxito? Por la fuerte demanda que está teniendo; la buena posición en el ranking de valoración, se rifan a sus alumnos; y los buenos resultados que están obteniendo sus grupos de investigación con proyectos de primer nivel.
El director de la Escuela de Informática, Buenaventura Clares Rodríguez, destaca la importancia de la labor de los grupos de investigación y hace un llamamiento: Es necesario que se haga más desde el sector socioeconómico para que los titulados no se vayan fuera y se invierta en este campo en Granada.
La Escuela de Informática no es una excepción en cuanto a problemas de espacio en la UGR, aunque no se ha llegado a tal punto de las clases fuera. Por ahora. En Derecho sí tienen alquilado otro piso para investigadores.