Granada importará de Europa iniciativas para enriquecer la vida de 63.000 mayores
El Ayuntamiento crea el primer observatorio andaluz de personas de avanzada edad, que se dedicará a la investigación y prestación de servicios a los ciudadanos de este colectivo de la capital Gerontólogos descubrirán las necesidades y demandas de esta parte de la población, que sólo en la ciudad aglutina al 17,3% de los habitantes
J. R. V./GRANADA
La tercera etapa de la vida no es la peor, pese a las arrugas. Miguel Ruiz Castro dice que ha cumplido 68 años y nunca antes se había sentido tan «feliz». No para. Es voluntario de una asociación de niños discapacitados y siempre está ocupado con alguna tarea. «Ahora me siento más libre después de 45 años trabajando como taxista y aguantando a muchos chorizos».
Su ejemplo no es el más extendido entre las 63.000 personas de avanzada edad de Granada. La soledad. La pérdida de memoria. Las escasas habilidades sociales. La falta de ganas por vivir de gran parte de este colectivo han impulsado la creación de un observatorio municipal que buscará las mejores iniciativas en el ámbito estatal y europeo destinadas a estas personas para aplicarlas en Granada. «Queremos humanizar más esta ciudad y hacer más felices a nuestros mayores», señaló ayer la concejala de Servicios Sociales, Ana López Andújar, para justificar la creación del nuevo instrumento.
Miguel se ha valido por sí solo para encontrar un sentido a su vida de jubilado. «No dispongo de un minuto para sentarme frente al televisor. Tengo a setenta jóvenes con discapacidad en la asociación, que los llevo al campo o de paseo. Soy muy feliz». Los técnicos que atiendan el proyecto del observatorio investigarán cuáles son las necesidades de los mayores granadinos y la realidad de este colectivo por barrios.
Hábitos saludables
De ahí extraerán conclusiones. Y nacerán iniciativas para formar a estos individuos en hábitos saludables, inteligencia emocional y reciclaje de conocimientos. «Yo ahora tengo más actividad que cuando trabajaba. Mis jóvenes me quieren y yo los quiero a ellos. Nunca me he sentido tan feliz y libre como en esta etapa de la vida». Esos son los fines que impulsará este nuevo instrumento: promover una mejor calidad de vida entre los abueletes.
La catedrática en Gerontología de la Universidad de Granada, Ramona Rubio, tiene claro que no hay ninguna razón que impida a los mayores celebrar su 120 cumpleaños. «Estas personas nos están abandonando a los 78 años de media, ¿por qué no mejoramos los servicios y les enseñamos a vivir mejor para que lleguen a los 120 años?», se pregunta.
Sentirse útil
Para Miguel Ruiz, la mejor forma de alargar la vida es «sentirse útil». La finalidad no es ser más longevo, sino tener una calidad de vida buena durante los años de existencia, explica la catedrática.
El Ayuntamiento gastará 18.000 euros para impulsar este proyecto y enfocará sus políticas sociales de acuerdo a las conclusiones que extraiga de las investigaciones que pondrá en marcha. Para saber más sobre estos ciudadanos, distribuirá 800 encuestas donde los mayores podrán expresar sus hábitos de vida y principales quejas sobre la oferta de servicios dirigida a ellos.
Miguel Ruiz dice que lo más apreciado a sus años es la libertad. «No estar pendiente del trabajo todo el día me ha liberado de mucha tensión. Tengo menos dinero que antes, pero soy mucho más feliz». Él asistió a la presentación del primer observatorio andaluz de personas mayores y al segundo de España.