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«Estudiar me ha hecho sentir tonta. Ahora sé que desconozco muchas cosas»

GRANADA
«Estudiar me ha hecho sentir tonta. Ahora sé que desconozco muchas cosas»
«Aprendí el concepto de democracia con seis años al decidir con mis amigos a qué jugar», explica la mejor alumna de Derecho «Soy un desastre y no tengo fuerza de voluntad para estudiar»
LAURA UBAGO/GRANADA

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Un buen número de matrículas de honor y un interesante trabajo de investigación han situado a Mercedes Ruiz-Rico en el techo de la facultad de Derecho. «La ilusión, más que las horas de estudio», ha sido el talismán de esta joven granadina. Mercedes Ruiz-Rico Vera, que siempre supo que lo suyo eran las letras, ha atinado a despejar las incógnitas de la ecuación del triunfo. Un entorno familiar que la motivó y un gran puñado de libros sentaron las bases. El trabajo y la ilusión hicieron el resto.

Veintidós matrículas de honor en su certificado de licenciada en Derecho avalan su currículum. Con el premio al mejor expediente de su promoción bajo el brazo, ahora prepara oposiciones. Sabe estudiar y le ha cogido el gusto a pasar la justicia por sus manos.

-Debe haber estudiado miles de horas para ganar este premio…

-Sí, pero aunque parezca mentira ha sido más la ilusión que he puesto que las horas que he trabajado. Creo que las buenas notas se consiguen si se estudia para aprender, siempre con una finalidad práctica.

-¿Cómo se siente alguien al ser la primera de la clase?

-Nunca me he sentido así. Es más, al ir adquiriendo conocimientos me ido sintiendo más tonta cada vez; me he dado cuenta de que, en realidad, desconozco demasiadas cosas.

-¿Cuál es el secreto del perfecto universitario?

-El entusiasmo. Hay que luchar por encontrarlo aunque algunos profesores impartan clases desanimando a los alumnos porque piensan que sólo van a clase por obligación.

-Estudiar entraña su técnica… ¿Qué truquillos utiliza?

-Algo tan sencillo como subrayar bien puede hacer comestibles unos apuntes largos e indescifrables. Suelo estudiar en voz alta y lanzando muchas preguntas al aire.

-¿Qué cualidades le hacen ser una empollona?

-Ninguna. Soy un desastre, muy despistada y jamás he tenido excesiva fuerza de voluntad para sentarme a estudiar. Lo que sí me ha ayudado mucho ha sido todo lo que he leído y lo que leo; la lectura es algo vital.

Un mérito compartido

-¿Quién o quiénes se esconden detrás de este logro?

-Ante todo mi padre que fue mi profesor en la vida cotidiana. También ha sido muy importante la figura de mi abuelo, que me explicó el Civil como nadie. En estos momentos, me siento muy apegada y le agradezco todo lo que hace por mí a mi preparador de oposiciones.

-¿Cómo fueron sus primeros contactos con el mundo del Derecho?

-Yo era muy pequeña, tenía seis años. En una fiesta de cumpleaños, mi padre me explicó el concepto de democracia al realizar votaciones para decidir a lo que jugaríamos. Aprendí también lo que era la igualdad y la defensa de las minorías.

-¿Qué le atrae de las leyes?

-Las leyes nos dan seguridad y nos protegen, aunque se necesitan buenos profesionales, que apliquen correctamente el Derecho, para que éstas sean realmente efectivas.

-¿Por qué hay que decir que sí a la Constitución Europa?

-Porque al estar dentro de la Unión Europea es un paso más para la integración. Además pienso que favorecerá a los más desprotegidos.

-¿Qué ley inventaría o modificaría?

-Las leyes que protegen al menor. No son suficientes y no se aplican con corrección.

-¿Hay vida tras terminar una carrera?

-La vida comienza después de ella. Puede haber paro, pero alguien que sea verdaderamente trabajador encuentra siempre se hace un hueco.

-¿Le ha hecho ilusión el premio?

-Mucha. Es muy satisfactorio que reconozcan tu esfuerzo. Además me ha hecho ilusión porque también es recompensa para todos los que me han estado apoyando.

-¿Dónde sueña llegar?

-No soy ambiciosa. Tan sólo quiero ser honrada en cualquiera que vaya a ser mi trabajo.
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