España necesita importar tres millones de toneladas de leche al año para completar sus necesidades internas de consumo, que ascienden a nueve millones de toneladas, según datos facilitados por el Centro Nacional de Competencia de la Leche.
El sector lácteo nacional produce seis millones de toneladas de leche al año, ha explicado a Efe Celina Quirós, directora de este centro que funciona en red desde Asturias, quien ha participado en un encuentro sobre investigación alimentaria en la Universidad de Granada donde puso de relieve que el consumo de leche líquida de España es superior al del resto de países de la Unión Europea.
Quirós ha añadido que la mitad de la producción de leche de vaca de España se destina a leche líquida mientras que este porcentaje desciende hasta el 11 por ciento en el caso de Francia que, al igual que otros países europeos como Alemania y Reino Unido, son más consumidores y fabricantes de otros productos elaborados de origen lácteo. La mayoría de la leche que se importa a España es en forma de este tipo de productos con algún tipo de valor añadido y, sobre todo, de quesos.
De todas formas, las tendencias de los consumidores españoles cambian lentamente y nueve de cada diez nuevos productos lácteos que se comercializan en los supermercados fracasan. Mientras tanto, en Francia, más que leche líquida, se consumen quesos y mantequilla cuando «aquí es testimonial su consumo», ha señalado la directora del Centro Nacional de Competencia de la Leche.
Este órgano gubernamental trata de fomentar la inversión en innovación y desarrollo de las medianas y pequeñas empresas de la industria láctea de las distintas regiones españolas donde se produce leche de vaca, cabra y oveja, así como analizar «el entorno global» del sector para tener en cuenta también «lo que está ocurriendo en el mundo» acerca de la industria de la leche.