La Facultad de Educación protagoniza esta protesta en la que participan alumnos, docentes y PAS
Todos unidos. Los recortes les afectan en todo. Por eso, la delegada de alumnos de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada (UGR), María Mercedes Cano, se pregunta: «¿Qué vamos a hacer nosotros cuando terminemos la carrera?». Estudiantes, personal docente e investigador y personal de administración y servicios de la Facultad de Ciencias de la Educación, donde se forman los futuros maestros, se encerraron anoche para luchar por una educación pública. «No podemos consentir lo que se está haciendo a la educación pública», lamenta María Luisa Reyes, del departamento de Didáctica de la Expresión Musical.
El comunicado que enviaron ayer viene respaldado por la secretaria de la Facultad de Ciencias de la Educación. Se han unido para pedir que no se termine con la educación de calidad. A los alumnos de este centro universitario les afectan la subida de la tasas, los nuevos requisitos para las becas… y las medidas en educación Infantil, Primaria y Secundaria. Los profesores, que ya están dando clases y formando a los futuros maestros, tampoco se escapan de los recortes y, por eso, ayer dijeron que no están de acuerdo con el real decreto y el resto de medidas de la Administración.
«Desde la Facultad de Educación no podemos seguir manteniéndonos en el silencio mientras recortan nuestros derechos, nuestra educación pública, nuestro futuro. Queremos sumarnos al camino que muchos y muchas de nuestras compañeras ya comenzaron; y queremos invitar a toda la comunidad educativa desde los cero años a la Universidad a que se sumen a esta convocatoria con la finalidad de extender un proceso de reflexión, de debate y de organización de acciones encaminadas a la defensa de la escuela y la universidad pública». Era el encabezamiento de la convocatoria de anoche, que se envió a todo el mundo universitario y estaba firmada por la secretaria de la facultad como un gesto más que significativo. Anuncian que habrá nuevas movilizaciones.
En su listado de reivindicaciones señalan que «nos encerramos para que los niños de mañana no nos echen en cara que nos quedamos mirando mientras nos arrancaban nuestros derechos de las manos; nos encerramos porque mañana queremos ser maestras, educadores y pedagogas de unas niñas que no tengan que pagar por aprender; y nos encerramos no solo porque nos opongamos a los recortes, sino porque queremos una educación mucho mejor».
Compromiso docente
A estos reclamos suman que «no nos encerramos porque nos bajen el sueldo, nos encerramos porque queremos unas condiciones laborales que nos permitan continuar dedicando al servicio de lo público nuestra docencia e investigación con el compromiso que ello merece; y nos encerramos hoy y lo haremos cada vez que haga falta hasta que no paremos todos estos recortes». En el encierro se desarrollaron diferentes talleres y hubo aulas abiertas para estudiar dado que es época de exámenes.
«Y todo esto porque la educación necesita tanto de formación técnica, científica y profesional como de sueños y utopía: ¡Maestra luchando también está educando!».