– El Universidad vive sus últimos días en la Superliga masculina de voleibol
El rectorado anuncia que el club dejará de contratar a profesionales en sus equipos «Cambiamos de filosofía y apostamos por ser amateurs, pero no se va a decapitar la entidad ni se va a desmantelar», explica el director del servicio de Deportes
El Universidad de Granada de voleibol masculino, que tan buena campaña está protagonizando, vive sus últimas días como equipo de la máxima categoría nacional. Si pierde los dos partidos en casa correspondientes a la semifinales del play off por el título que debe disputar contra el Unicaja de Almería este fin de semana en Fuentenueva, será su adiós a la Superliga. Y es que la institución granadina ha decidido «cambiar de filosofía» y eliminar el profesionalismo del deporte universitario granadino. Así lo anunció el pasado jueves el rector, Francisco González Lodeiro, en la presentación de las líneas básicas que seguirá bajo su mandato en el apartado deportivo de la Universidad granadina.
Sin embargo, esto no significa que la institución tenga previsto borrar de un plumazo todas sus secciones deportivas. Según explicó ayer a IDEAL el director del Centro de Actividades Deportivas de la UGR, Fernando Martín, «el club ni se va decapitar, ni se va a desmantelar. Simplemente cambiamos de filosofía y apostamos por el deporte amateur. Consideramos que los recursos públicos están para darles otro uso». El objetivo es regresar a los orígenes del deporte universitario, sin deportistas que cobren un salario profesional y con un programa de becas, que ya existe, pero que se verá ampliado.
Los más afectados
En este cambio de orientación, los equipos que se van a ver más afectados, en palabras de Martín, son los dos de voleibol, tanto el masculino como el femenino, que son los que militan en mayor categoría; ellos en la élite y ellas en una división inferior. La idea en estos casos es «vender o ceder la plaza» a un club privado. Con ello, ambos equipos perderán sus respectivas categorías. El equipo masculino renunciará también a jugar competiciones europeas, derecho que ya se ha ganado por llegar a las semifinales del play off por el título. «Si no hay jugadores profesionales y de ese nivel, ¿para qué vamos a mantener los equipos en esas competiciones? No me parece lícito meter en ese compromiso a un equipo de chavales para que se arrastre por las canchas y les apalicen», apuntó.
«El deporte ha cambiado y no se puede mantener una estructura profesional de este tipo en una institución como la Universidad de Granada. Nuestra intención es que, a partir de ahora, se produzca un crecimiento horizontal, no vertical. Queremos crear nuevas secciones y potenciar el deporte femenino», aclaró el director. Entre esas secciones se encuentra la de fútbol sala femenino.
La decisión del rectorado de anunciar este reorientación deportiva, a pocos días de que el CDU dispute los dos partidos en casa de la eliminatoria al mejor de cinco contra el Unicaja, también tiene su justificación desde la UGR. «Hay que tener en cuenta que ha habido un proceso de elecciones y que el nuevo rector ha tomado posesión del cargo recientemente. Podíamos haber esperado un par de semanas, pero considerábamos que teníamos que ser honestos con los jugadores y comunicárselo con tiempo, porque estamos en un momento donde los clubes están empezando a confeccionar las plantillas para la temporada próxima y era el mejor momento para que estudien lo que quieren hacer. No era honesto retrasarlo más».
Martín no esconde que en el fondo de la cuestión subyace una cuestión económica. «Si hubiese dinero, se hubiese mantenido. Si de pronto viene alguien, alguna empresa de la ciudad, y nos pide el equipo, se lo hubiéramos dado. Pero nunca ha venido ninguna empresa. Siendo una Universidad pública, difícilmente se puede justificar el gasto que supone. Y realmente, lo más fácil era continuar como estábamos. Pero este ha sido el primer rector que ha tenido la valentía de dar el paso». En esta vuelta a los orígenes, al fundamento con que se creó hace más de tres décadas el Centro de Actividades Deportivas de la UGR, el propósito de sus dirigentes es «poner las mismas reglas para todos los equipos».
Por el momento, la Universidad no ha comunicado nada a las distintas Federaciones deportivas, aunque lo hará en las próximas semanas, puesto que, en el caso del voleibol o del balonmano, afecta a la composición de las distintas categorías.
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