VIVIR
El ¿Quién es quién? de los fallecidos
IDENTIFICANDO. Los profesores Miguel Botella, Tzipi Kahana e Inmaculada Alemán. / GONZÁLEZ MOLERO
ImprimirEnviar
Publicidad
LOS muertos hablan, pero hay que saber escucharlos. Los miles de restos óseos que alberga el laboratorio de Antropología Física de Granada tienen la suerte de tener un auditorio muy bien cualificado, que además cuenta con la ayuda de las técnicas más punteras del sector. Los antropólogos Miguel Botella, director del centro, e Inmaculada Alemán se enfrentan cada día a la resolución de diferentes casos e investigan nuevas formas de obtener información de los cadáveres en este sombrío lugar del sótano de la Facultad de Medicina que ellos humanizan con sus carcajadas.
«Identificar es comparar», resume el profesor Botella. Así que tener una colección tan completa de restos óseos, la más extensa del país, facilita mucho la labor de estos especialistas. Juegan con una gran ventaja al famoso ¿Quién es quién?, del que hay que ir averiguando edad, sexo, etnia, estatura o patologías de los fallecidos. La idea es ir bajando fichas y quedándose con cada vez menos individuos en el tablero. «Si se conoce que es mujer se elimina al 50% de la población», por ejemplo.
Colaboración israelí
Desde el pasado 18 de abril hasta el 30 de junio estos profesores se encargan de gestionar los contenidos de un nuevo curso on line de la Universidad de Granada, especializado en la identificación de restos óseos, para enseñar las formas de entresacar la información de los que ya callan para siempre. Además, estos días cuentan en la Facultad de Medicina con la presencia de la experta israelí Tzipi Kahana, superintendente de la Policía Nacional de Israel. Este país tiene la mala fortuna de ser especialista en la identificación de cadáveres tras explosiones, ya que los atentados son desde hace años una macabra costumbre en sus vidas. Kahana, de la Universidad de Tel-Aviv, formaba parte de la unidad de profesionales que iba a ayudar a los equipos españoles a identificar a los fallecidos tras el 11-M: «Estábamos preparados para coger el avión, pero a última hora nos llamaron para avisarnos de que no hacía falta», señala la profesora israelí.
Miguel, Inmaculada y Tzipi aprovechan este encuentro para intercambiar «recetas caseras» sobre cuál es la mejor forma de colocar la columna vertebral de los esqueletos para radiografiarlas, como tomar fotografías a los muertos o la manera de limpiar los restos de carne de los huesos. Este trío de profesionales y amigos se ponen al día de los nuevos avances en el sector. Por ejemplo, la doctora Alemán explica cómo utiliza una nueva y rápida forma de identificación. Se llama análisis multivariante y consiste en hacer un estudio de la población granadina para elaborar una estadística de morfologías que diferencien las formas de hombres y mujeres. «Así, sólo mediante un fragmento de hueso se puede identificar el sexo del fallecido con una fiabilidad de entre el 92% y el 98%», señala la especialista. La experta trabaja ahora también en la aplicación de este mismo sistema a la determinación de la edad. El laboratorio aplica avanzadas técnicas de escaneo y de reconstrucción por tomografía. Mediante este último proceso se registran imágenes del cuerpo de pacientes vivos que amplían la colección de huesos de la Universidad con sus diversas patologías y características. «Se aprovechan las radiografías que se tienen que hacer los pacientes por diversos problemas de salud para estudiar sus huesos, con la ventaja de que se les puede preguntar si se necesitan más datos», subraya Kahana con una amplia sonrisa.
Actualmente, los antropólogos realizan un proyecto conjunto de investigación con el jefe de radiología del Hospital Virgen de las Nieves, José María Sevilla. «Compartimos los datos de las radiografías para ampliar la colección documental», anota el profesor Botella, orgulloso de la gran base de datos óseos que ostenta la facultad. El prestigio del centro atrae a alumnos de todo el mundo. Ahora trabajan en el laboratorio once extranjeros.
Descargar