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El programa Fénix permite identificar a 55 desaparecidos gracias al estudio del ADN
EFE/GRANADA
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La Guardia Civil y la Universidad de Granada (UGR) han identificado con la técnica del ADN 55 cadáveres de desaparecidos desde la puesta en marcha en 1998 del Programa Fénix, diseñado para la identificación genética de personas desaparecidas.
Estos datos fueron aportados a Efe por el director del Laboratorio de Identificación genética de la Facultad de Medicina de la UGR y director del programa, José Antonio Lorente, quien acudió este fin de semana a Motril para dar una conferencia sobre esta técnica. Lorente señaló que la mayoría de los cuerpos identificados corresponden a ciudadanos españoles, aunque destacó que mediante el programa se ha logrado identificar al remero del equipo de la Universidad de Oxford que desapareció en diciembre de 2001 en aguas del Ebro en Zaragoza y a algunos subsaharianos que viajaban en la patera que naufragó recientemente frente a las costas de Cádiz.
Para Lorente, que apuntó que entre 2003 y lo que llevamos de año se han exhumado 311 cadáveres, estos datos «son muy buenos» si se tiene en cuenta que «el abanico con el que se trabaja es muy grande». Recordó que el Programa Fénix persigue la identificación genética de los restos humanos que permanecen anónimos a través del ADN, el único capaz de conseguir una identificación «segura», siempre que se disponga de una referencia con la que comparar.
Dos bases de datos
En este sentido, apuntó que se han creado dos bases de datos independientes, una con muestras de ADN de los restos humanos no identificados y otra con las de familiares de desaparecidos, que voluntariamente donan muestras biológicas para su análisis.
Para lograr la identificación, los datos obtenidos de unos restos se comparan automáticamente con los existentes en ese momento en la base de datos de familiares para verificar si existen similitudes en el ADN que puedan permitir la identificación con seguridad absoluta o en su defecto aportar datos definitivos para lograrlo. Lorente subrayó que con el análisis progresivo de todos los huesos no identificados y las muestras aportadas por los familiares esperan poder completar las dos bases de datos a finales de 2005. En ese momento, subrayó, «se podrá garantizar la identificación de todos los restos óseos cuyos familiares hayan cedido voluntariamente una muestra biológica de referencia».
Lorente añadió que la identificación de cadáveres «más que un problema policial, jurídico o social, es un problema humano, que afecta muy gravemente a las