Inicio / Historico

El naturalista sueco Carlos Linneo, trescientos años más tarde

TRIBUNAABIERTA
El naturalista sueco Carlos Linneo, trescientos años más tarde
LEANDRO SEQUEIROS/CATEDRÁTICO DE PALEONTOLOGÍA Y PROFESOR DE FILOSOFÍA EN LA FACULTAD DE TEOLOGÍA DE GRANADA. ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL PARQUE DE LAS CIENCIAS JOSÉ LUIS VALVERDE CATEDRÁTICO DE HISTORIA DE LA FARMACIA DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA HERMENEGILDO DE LA CAMPA FÍSICO, CATEDRÁTICO DE FILOSOFÍA (JUBILADO), PROFESOR DE INTERLINGUA Y TRADUCTOR DE LA OBRA DE LINNEO
Imprimir Enviar
EL 23 de mayo se cumplen 300 años del nacimiento en la lejana Suecia de Carl Linné (más conocido por su nombre latinizado de Carolus Linnaeus o Carlos Linneo en castellano). Fue un naturalista profundamente religioso que, a pesar de mantener teorías científicas creacionistas (que hoy están obsoletas), es uno de los científicos que más han aportado al conocimiento de la naturaleza. Sus aportaciones fundamentales se refieren a la botánica y a la sistemática de los seres vivos, así como a sus aplicaciones a la farmacia, la veterinaria, la agricultura y a la medicina.

Linneo nació el 23 de mayo de 1707 en la provincia de Smaland, en Suecia, y era hijo de un fervoroso pastor luterano que infundió a su hijo desde la infancia los principios rígidos del protestantismo nórdico. Pero su vocación eran las ciencias de la naturaleza. Por eso, en 1727 (con 20 años) se matricula en la Universidad de Lund para cursar estudios de Medicina, que en esa época equivalían a las ciencias, historia natural, medicina, veterinaria y farmacia juntas.

En 1729 conoce a un personaje singular, Pehr Artedi, que será su más fiel amigo en Uppsala y que le abrirá muchas puertas gracias a su influjo y a su dinero. Linneo fue un alumno aventajado desde el principio. Con 22 años firma el manuscrito de su primer trabajo botánico: Sponsalia Plantarum (Las bodas de las plantas), donde anticipa sus ideas de una clasificación basada en los órganos reproductores. Este trabajo fue revolucionario en su tiempo pues subvertía de raíz los principios establecidos por los grandes botánicos del siglo XVII para la clasificación vegetal. Su trabajo no solo sedujo a los botánicos, sino que también escandalizó a no pocos timoratos por usar los órganos sexuales de las plantas como criterio de clasificación. Por ello, algunos grupos sociales consideraron el estudio del sistema de Linneo como una disciplina indecente cuando no obscena.

El afán de saber impulsa pronto al joven Linneo a explorar desde el punto de vista de las plantas y los animales otras tierras salvajes e ignoradas. En estos años comienza a trabajar sobre un método diferente, con pretensión de ser universal, en torno a la clasificación de animales y plantas. Y es muy curioso (lo cual ha sucedido en otras ocasiones con otros científicos) que partiendo de presupuestos científicos (los del fijismo creacionista) que hoy se consideran desfasados, llegó a conclusiones que son de plena actualidad. Como buen luterano, Linneo creía a pie juntillas en la interpretación literal de la Biblia. Por ello, todas las especies de animales y plantas obedecían a un mismo plan divino y éste se podía saber clasificando sus caracteres en géneros y especies. Así, los humanos somos desde Linneo Homo sapiens (género y especie). Y estos nombres, siempre en latín, definen universalmente con un nombre científico cualquier ser vivo. Aunque hoy el paradigma creacionista ha quedado reducido a escasos grupo de fundamentalistas, y los naturalistas parten del hecho incontestable de la evolución biológica, el sistema de clasificación permanece.

En 1732, Linneo inicia su primera expedición científica a Laponia, una región entonces helada y desconocida entre las actuales Suecia, Finlandia y Noruega. Se conserva sus manuscritos, así como una expresiva lámina vestido de lapón. El año 1735 ve la luz la primera edición de su Sistema Naturae (Sistema de la Naturaleza), un modesto folleto donde expone su modo novedoso de nombrar a las plantas y animales: la nomenclatura binomial.

En 1737, Linneo ya famoso naturalista, está asentado en la ciudad holandesa de Leyden donde publica dos trabajos: Crítica botánica y Genera plantarum. En mayo de 1741, es nombrado profesor de la Universidad sueca de Uppsala. En 1751 ve la luz su Philosophia botánica, donde detalla más aún en varios tomos el método de denominar y clasificar las plantas. En 1753 publica en Estocolmo la primera edición de su Species plantarum, un intento de catalogar todas las especies vegetales del orbe, el más amplio y ambicioso de sus proyectos y el que colaboraron algunos de sus discípulos. Para ello, coordinó un amplio grupo internacional de botánicos que comenzaron a herborizar y clasificar según sus métodos. En 1776 sale la duodécima edición de su Sistema naturae, en tres volúmenes. El 10 de enero de 1778, Carlos Linneo fallece en la ciudad de Upsala, en Suecia, como consecuencia de un ataque cardíaco. Sin embargo, el proyecto científico no terminó con su muerte, sino que se continuó y extendió por Europa y América con sus numerosos discípulos. En España hubo una floreciente tradición de botánicos seguidores de las ideas de Linneo. Y los naturalistas, biólogos, botánicos, zoólogos y paleontólogos siguen utilizando la nomenclatura binomial como lenguaje universal de taxonomía.

La Cátedra de Historia de la Farmacia y el colectivo de profesores de Intelingua de la Universidad de Granada proyectan celebrar el tercer centenario del nacimiento de Linneo. Para ello es su deseo publicar la tesis doctoral dirigida por Linneo De curiositate naturali, en una edición bilingüe, latín -que es su lengua original- e interlingua. Asimismo tener un acto solemne en que se presente la egregia figura del gran taxónomo sueco, la repercusión de su obra y la presentación del libro que publicaremos. Parece la mejor fecha los comienzos del curso 2007-2008.
Descargar