TRIBUNA
El futuro es audiovisual
JULIO GROSSO MESA/
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¿QUÉ es un licenciado en Comunicación Audiovisual? Ésta es la primera pregunta que cualquier granadino se puede hacer cuando lee en IDEAL que nuestra Universidad va a implantar el próximo curso una nueva licenciatura en Comunicación Audiovisual. Si el lector es, además, estudiante de Segundo Curso de Bachillerato y está a punto de decidir su futuro profesional la respuesta se hace necesaria y urgente. Básicamente, un licenciado en Comunicación Audiovisual es un especialista en la comunicación a través de la imagen y el sonido. El que estudia todas las disciplinas de tipo teórico y práctico relacionadas con la actividad audiovisual en su conjunto, desde los fundamentos de la Teoría de la Comunicación o la Narrativa Audiovisual hasta las implicaciones con otras áreas de conocimiento (Sociología, Documentación, Derecho o Ética), pasando por la historia de los diversos medios audiovisuales (cine, fotografía, radio y televisión) y las distintas técnicas y procesos (guión, producción, realización, programación…).
En este sentido, el Plan de Estudios aprobado por el Consejo de Gobierno de la Universidad de Granada, el pasado 7 de febrero, contempla una carga lectiva global de 300 créditos distribuidos en dos ciclos y cinco cursos académicos. El primer año los estudiantes cursarán 7 asignaturas obligatorias: Sociología, Historia Contemporánea, Tecnología de la Comunicación, Periodismo, Lengua, Instituciones Políticas Contemporáneas e Historia del Cine y deberán elegir, además, una optativa de 6 créditos. A partir de tercero, aumenta el número de materias obligatorias y optativas, en detrimento de las troncales. Asimismo, se otorgarán créditos, por equivalencia, a las prácticas en empresas y a los estudios en el extranjero.
¿Para que sirve la titulación? En la práctica, capacita para la elaboración informativa y la creación, producción y realización en los diversos medios de comunicación audiovisual. Es decir, para trabajar dentro de los sectores profesionales de la imagen (productoras de cine y vídeo), el periodismo audiovisual (emisoras de radio y televisión) y la publicidad (estudios y agencias), a parte de la actividad docente e investigadora y de los nuevos yacimientos de empleo (departamentos de comunicación, infografía, animación, internet).
Además, la Licenciatura en Comunicación Audiovisual (antes Licenciatura en Imagen Visual y Auditiva) es el requisito académico exigido en las ofertas de empleo de las televisiones públicas, estatal y autonómicas, para diversas categorías laborales (Realizador, Productor, Guionista) y en un par de especialidades del Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria y de Profesores Técnicos de Formación Profesional. A nivel personal, la licenciatura en Comunicación Audiovisual enseña a observar, a ver y oír con criterio la multitud de mensajes que circulan a nuestro alrededor.
Pero, los estudios reglados sobre el audiovisual en España se remontan al año 1947, con la puesta en marcha del primitivo Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas (IIEC), denominado, a partir de 1962, Escuela Oficial de Cinematografía, que dependía del Ministerio de Información y Turismo y estaba ubicada en Madrid. Allí se graduaron Bardem, Berlanga, Saura, Borau, Pilar Miró y otros históricos profesionales. Más tarde, en 1971, dos decretos del Ministerio de Educación y Ciencia regularon la creación de los estudios específicos y de las Facultades de Ciencias de la Información de Madrid y Barcelona. La Universidad Complutense fue la primera que implantó las tres licenciaturas: Periodismo, Ciencias de la Imagen Visual y Auditiva y Publicidad, y en consecuencia, la primera en ofrecer formación audiovisual universitaria. Las clases comenzaron el 2 de febrero de 1972, después de algunos avatares.
En Andalucía, el audiovisual aterrizó en 1989 en la Universidad de Sevilla en simbiosis con la creación de la Radio y Televisión Andaluza (Canal Sur) y gracias al empeño de un buen número de políticos y académicos. Poco tiempo después, Málaga le arrebató a Granada el desarrollo universitario de dichos estudios.
Por fin, en abril de 2003, la Junta de Andalucía aprobaba un nuevo mapa de titulaciones que acercaba a Granada al ámbito de la comunicación y que ha posibilitado ahora la implantación de esta nueva licenciatura. Todo un logro para quienes amamos el audiovisual, pero, sobre todo, para la universidad y la sociedad granadinas. Todo un acierto, que debemos a la constancia del rector David Aguilar y de su equipo de gobierno.
Esta es la esencia de unos estudios con cincuenta y ocho años de historia, treinta y tres de ellos en la Universidad. A partir de ahora, del próximo curso académico, Granada formará parte con todos los derechos de la historia del audiovisual español. La responsabilidad de la organización ha recaído en la Facultad de Biblioteconomía y su sede provisional será el Colegio Máximo de Cartuja. No lo duden, el futuro es audiovisual. Bienvenidos.