GRANADA
El caso rotativa de Patria provoca la dimisión de la vicedecana de la Facultad de Biblioteconomía
La Universidad no detecta responsabilidades de tipo penal en el informe encargado, pero anuncia la no prorrogación del contrato del arquitecto encargado del proyecto El rector pide perdón por los errores cometidos, que llevaron a la desaparición de la maquinaria
ANDREA G. PARRA/GRANADA
El caso rotativa de Patria provoca la dimisión de la vicedecana de la Facultad de Biblioteconomía
La rotativa de Patria, en el taller de la calle Oficios, ocupada por alumnas de un colegio. / J. O.
Imprimir noticiaImprimirEnviar noticiaEnviar
Publicidad
La Facultad de Biblioteconomía y Documentación y el vicerrectorado de Patrimonio e Infraestructura de la Universidad de Granada (UGR) tienen responsabilidades en la destrucción de la rotativa del diario Patria. Tras varias semanas de investigación y de decir en la Facultad que no tenían nada que ver, el rector de la Universidad granadina, David Aguilar, anunció ayer la dimisión de la vicedecana de Infraestructuras de la Facultad de Biblioteconomía, Ana María Muñoz, y la no prorrogación del contrato del arquitecto encargado del proyecto, Luis Delgado, que trabajaba como asesor permanente del vicerrectorado de Patrimonio.
La rotativa fue desarmada y trasladada desde el colegio Máximo de Cartuja -sede de Biblioteconomía- durante los días 4 y 5 de septiembre a una chatarrería del callejón de las Vacas de la capital. Después fue a parar a una fundición según explicó ayer el rector, quien pidió «disculpas» por el «desgraciado incidente de destrucción de la rotativa» del diario Patria.
Aguilar destacó que «no se aprecia intencionalidad ninguna» y que todo se debió a una «concatenación» de hechos que terminaron con la citada rotativa. A su entender, de haberse producido por separado todos esos hechos ninguno hubiera supuesto por sí sólo la desaparición de la máquina. Uno de esos puntos, aunque el rector no señaló ninguno en concreto en ningún momento, fue la inclusión en el proyecto del arquitecto de la destrucción de la maquinaria de la sala de calderas y no se especificó en ningún momento que fuera la rotativa. Aguilar, sí señaló, sin embargo, que la vicedecana de Biblioteconomía sí conocía que era tal máquina y el valor que tenía. La decana, Josefina Vílchez, no estaba en esos momentos en la Facultad y la responsable del centro era la vicedecana de Infraestructura, según Aguilar.
Tras los informes realizados por la Inspección de Servicios, el rector explicó ayer que la rotativa, propiedad del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, no estaba catalogada como bien patrimonial industrial. «Si bien con la nueva ley que se está elaborando ahora entraría con toda probabilidad en ese catálogo». No obstante, el máximo dirigente universitario, que hizo autocrítica, resaltó en varias ocasiones el valor patrimonial y sentimental de la máquina que estaba depositada en el colegio Máximo desde 1984, cuando Gallego Morell era rector y se habló de hacer en ese centro un museo tecnológico. Precisamente, en el colegio Máximo hay en la actualidad un área museística, pero dedicada a la Facultad de Odontología con máquinas también muy antiguas.
El rector explicó además que después de consultar al equipo jurídico de la UGR no se perciben responsabilidades penales. Y las de tipo administrativo/político ya se anunciaron ayer. No obstante, aún queda por pronunciarse el Museo y el Ministerio. La Universidad les enviará en breve un amplio informe sobre el desarrollo de los acontecimientos. Aguilar, defendió además la labor «profesional» tanto de la vicedecana como del arquitecto y dijo que no se había cometido negligencia.
Medidas
El máximo dirigente universitario, que estuvo solo en la rueda de prensa, anunció que de ahora en adelante tomarán todas las medidas necesarias para que no vuelva a suceder esto. También defendió que la Universidad es una de las instituciones que mejor garantiza la preservación de los bienes patrimoniales, tecnológicos… «Intentaremos por todos los medios que esto no vuelva a ocurrir», sentenció.
Para que esto no ocurra, la institución universitaria granadina realizará en el plazo de tres meses un inventario científico industrial y además activará en cada intervención un exhaustivo protocolo. Se creará una comisión en la que estarán presentes miembros del centro en el que se actúe, del vicerrectorado, de la empresas que se le otorgue la contrata… Se realizará un informe detallado y se trasladará la información a la Administración. La UGR ya estaba realizando un inventario industrial -del que hay incluso una publicación en marcha-, aunque el citado inventario no había llegado aún a la Facultad de Biblioteconomía, según el rector. No obstante, tanto la decana como el vicerrectorado tenían constancia del valor de la antigua rotativa del desaparecido Patria.
Del citado diario aún quedan en la Facultad del campus de Cartuja doce piezas. En 1984 se depositaron en el citado centro 13 maquinas. Esa maquinaria está en los pasillos, aunque Aguilar se comprometió ayer a protegerla hasta que la Administración diga qué se hará con ella. El rector avanzó que no pondrán ningún obstáculo para que estas máquinas se las lleve la Asociación de la Prensa al espacio museístico que está proyectado. El presidente de la Asociación de la Prensa de Granada, Antonio Mora, le ha solicitado además a la Universidad que participe como patrono en la fundación que se creará. Según Mora la institución universitaria también está dispuesta a colaborar con medios humanos en el nuevo Centro de Estudios Periodísticos.
Descargar