– El bonobús universitario sigue sin llegar a la UGR después de un mes de clase
Los estudiantes no empadronados en la capital granadina no se pueden beneficiar de los descuentos porque no están listas las tarjetas. El acuerdo se firmó en abril
La rebaja del precio del viaje en autobús urbano a 0,45 euros anunciada en el mes de abril para todos los universitarios no empadronados en la capital granadina, se ha quedado, por el momento, en eso: en un simple anuncio. Los estudiantes de la Universidad de Granada llevan un mes yendo y viniendo de los campus pagando su billete de autobús urbano al mismo precio que cualquier ciudadano. Un euro en caso de ser sin bonobús y 0,55/0,60 con el bono.
Se han gastado, dependiendo del número de viajes que realicen cada día, y no es extraño que sean unos cuatro si tienen clase por la tarde y por la mañana, entre 6 y 10 euros más. No es un dineral, pero en la etapa universitaria se sabe que cualquier céntimo les va de maravilla a su maltrecha economía. Además, teniendo en cuenta que el acuerdo entre el Ayuntamiento y la Universidad granadina se firmó a principios de abril -después de muchas negociaciones- y se anunció que las primeras tarjetas estarían funcionando en un mes, el retraso es significativo.
Años de espera
La reivindicación del bonobús universitario es mucho más antigua. Años y años lleva en el calendario de demandas del alumnado. No obstante, se está haciendo esperar incluso una vez firmado el acuerdo. Por el momento, para poder pagar menos en el bus urbano hay que estar empadronados en Granada y tener entre 12 y 25 años de edad.
El vicerrector de Estudiantes de la Universidad granadina, Rafael Díaz de la Guardia, ha explicado que aún no han llegado las tarjetas a la institución universitaria. A lo que añadió que lo lamenta mucho, pero que «no es responsabilidad de la institución universitaria granadina».
En un comunicado ya anunciaron que «las tarjetas del bonobús están pendientes de que la empresa Rober haga la comprobación técnica de las mismas. La primera tanda fue ya recibida y enviada para que se verificase la información electrónica (el chip de la tarjeta) para ver que se acomodaban al convenio firmado. La resultante fue que las tarjetas no se ajustaban a lo establecido, así pues la empresa de transportes de Granada, Rober, ha devuelto los bonobús para que la empresa responsable realice la reprogramación de las citadas tarjetas». Insisten en que la UGR es «ajena» a estos problemas.
Una vez que se reciban las tarjetas se repartirán en cada uno de los centros. Por lo menos esa es la primera intención del vicerrectorado, no obstante, aún puede haber cambios. En este asunto ha habido muchos.