GRANADA
El Ayuntamiento ofrece otro millón de metros a la Universidad para que no se vaya al Cinturón
El alcalde se reúne hoy con el rector y le propondrá una parcela en la zona del Serrallo, junto al Campus de la Salud
QUICO CHIRINO/GRANADA
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Mientras el alcalde y el concejal de Urbanismo tendían lazos con Coral Gables, en Granada -ciudad hermana, por cierto-, salía a flote otro frente de tensión que, en este caso, ponía cara a cara a la Universidad y al Ayuntamiento. Era tan peliagudo el encontronazo que las dos partes se dieron prisa en salvar las relaciones institucionales. Pero quedó claro una cosa: la Universidad necesita suelo para crecer y está molesta por la dilación con la que se tramitan sus licencias de obra en la capital.
Hoy, a primerísima hora, se reunirán el rector, David Aguilar, y José Torres Hurtado; un encuentro al que probablemente también asista Luis Gerardo García-Royo, al quien desde el rectorado han dirigido las mayores quejas. En este desayuno, el alcalde le dirá al rector -más o menos- que está dispuesto a buscarle un hueco en la capital para que se instalen las nuevas titulaciones.
Hay una pregunta que se descuelga por su propio peso: ¿tiene la ciudad la cantidad de suelo que la Universidad necesita? «Sí y no. Somos conscientes de que la ciudad no tiene suelo urbano, pero susceptible de ser urbano evidentemente que sí. Al lado del millón de metros que se ha propuesto para el Campus de la Salud, hay otro millón de metros que, si lo quiere la Universidad, no hay inconveniente para que mañana mismo se inicien los trámites», explica Luis Gerardo García-Royo.
Los acontecimientos, que se vienen rumiando desde hace tiempo, se han precipitado de golpe. Todo empezó cuando David Aguilar, en su discurso de inauguración del curso, se mostró dispuesto a «negociar en el menor tiempo posible con los municipios del Área Metropolitana» para que la Universidad siguiera creciendo en suelo del Cinturón.
Réplica
Enseguida llegó la primera oferta de mano del Ayuntamiento de Atarfe, que llamó a la puerta del rectorado con un millón de metros cuadrados. La Universidad lo utilizó para darle celos a la capital para que espabilase. «Estamos dispuestos a colaborar. Cuando firmamos la escritura del Hotel Kenia yo le transmití al rector que era oportuno que se fuera planificando el futuro de la Universidad. Seguir macizando los campus universitarios o reutilizar espacios deportivos para facultades no es buena política. Yo me ofrecí a buscar nuevos terrenos y estoy esperando que me digan algo», expone García-Royo.
La Universidad se ha quejado, principalmente, de que Urbanismo no le da noticias sobre la licencia de la facultad de Filosofía -atascada desde hace cinco años- y de los planes de ordenación urbana de los dos campus. La vicerrectora de Patrimonio e Infraestructura, Elena Díez Jorge, afirmó que lleva «un año y cuatro meses esperando noticias del Ayuntamiento». «Hemos dado licencias para iniciar diversas obras, tan sólo hay escollo en una de ellas. Decir que las relaciones son malas cuando sólo hay un problema », reflexiona el edil de Urbanismo.
García-Royo le ha respondido a Díez Jorge: «Sabe que no sólo le he atendido, sino que he hablado con ella hasta cuando estaba dando a luz. Ella sabe que es así. A veces hay que buscar situaciones que justifiquen comportamientos que no son del todo adecuados», cerró -tal vez- la polémica el portavoz municipal.
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