El arte se sube al altar.
Una exposición en el Hospital Real muestra los fondos de arte contemporáneo de la Universidad.
Una foto de Penélope Cruz coronando un retablo a modo de virgen morena, graciosa y andaluza da pistas de que la exposición El Retablo de las Maravillas está confeccionada desde un punto de vista completamente contemporáneo.
La foto de Penélope es obra de Antonio Panizza, que además de peluquero, estilista y flamante ganador de un Goya por La niña de tus ojos, es un estupendo fotógrafo. Y, además, granadino universal que se mueve por todo el mundo colaborando en producciones de estilismo en los niveles más altos.
Tres fotografías de Panizza pertenecen a la colección de Arte Contemporáneo de la Universidad de Granada. Las tres fueron hechas durante el rodaje de la película que lo catapultó al Goya. Pero en esta muestra tenemos que conformarnos con contemplar dos, porque «sólo se ha escogido una obra de cada autor que pertenece al fondo de arte contemporáneo de la Universidad de Granada, aunque nos hubiera gustado colgarlas todas porque son fantásticas», explica Francisco José Sánchez Montalbán -alias Monti-, uno de los responsables de que esta exposición sea una realidad y a quien el rector, David Aguilar, colmó ayer de alabanzas por su trabajo.
«Considero importante que la Universidad de Granada cuente en sus fondos con obra de un granadino que, además de tener un Goya, es un magnífico fotógrafo», añadió Monti.
Bajo el título Fondos de la colección de arte contemporáneo de la Universidad de Granada, se exhiben un total de 196 piezas de artistas muy diversos y de estilos completamente distintos, pero unidos por el sello de la calidad y la originalidad.
La mayoría de las obras han sido donadas, otras se han adquirido expresamente. Muchas de ellas las han realizado los alumnos y profesores de la Escuela de Bellas Artes de nuestra ciudad, como Asunción Jódar, Paco Fernández, Francisco Ortega Pomet, Jesús Zurita, Andrés Monteagudo, Santiago Idáñez o Francisco Montañés. Otras están firmadas por pintores de nuestra tierra o afincados en ella: Pedro Garciarias, Vicente Brito o María Teresa Martín Vivaldi.
650 obras
Esta colección de arte contemporáneo, que cuenta con 650 obras, es el ojito derecho de David Aguilar. «Fue uno de los primeros proyectos que acometí al comenzar mi mandato y, la verdad, estoy muy orgulloso», aseguraba ayer. «Sin la creación artística, la Universidad no es completa. Y estoy seguro que muy pronto, algunas de estas obras serán demandadas por los mejores museos del mundo».
Lo cierto es que en menos de siete años, la Universidad de Granada se ha hecho de una estupenda colección de arte contemporáneo. Una colección que hace unos años alcanzaba un valor de más de 35 millones de pesetas, cifra que ha subido considerablemente, «no sólo por la adquisición de nuevas obras sino porque muchos artistas son ahora más cotizados que en ese momento», explicó María José Osorio, responsable de Relaciones Institucionales.
Conviven nombres de prestigio con otros menos conocidos, pero la colección en conjunto, que permanecerá algo más de mes y medio en el crucero del Hospital Real, es un disfrute para los sentidos. Algunas obras del fondo ya han viajado por distintas ciudades de España y del mundo cosechando las mejores críticas. «Incluso estuvimos en Bruselas», recordó el rector.
Para romper con el envoltorio minimalista y aséptico que suele acompañar al arte contemporáneo, el montaje de la muestra es a base de altares que, en vez de exhibir imágenes religiosas, juegan con el arte de nuestros días y su capacidad de ironía, crítica, sarcasmo, denuncia o, simplemente, de apuesta por el placer de la belleza.
Un guiño al rico pasado barroco de nuestro país y una manera de enlazar pasado y presente bajo esa palabra llena de magia: arte.
Vestidos
Pintura, video-creación, instalaciones, escultura y hasta ropa. Como un blanquísimo vestido de novia de Javier Larrainzar que puede disfrutarse situado entre dos retablos y envuelto por la luz que viene directamente del patio, y los diseños hechos en papel de Jesús del Pozo. «Ambos diseñadores los donaron con motivo de su participación en la Pasarela Fortuny», explica el comisario de la muestra, Antonio Martínez Villa.
En definitiva, y como dice el texto de Cervantes que da la bienvenida a esta muestra llena de color, vida y energía -«¿Oh tú, quienquiera que fuiste, que fabricaste este retablo con tan maravilloso artificio, que alcanzó renombre de las Maravillas por la virtud que en él se encierra, te conjuro, apremio y mando que luego incontinente muestres a estos señores algunas de las tus maravillosas maravillas, para que se regocijen y tomen placer sin escándalo alguno!»-, sólo hay que acercarse al Hospital Real para dejarse envolver por el pálpito de estas creaciones llenas de vida que ofrecen un buen panorama del arte más actual.
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