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El apogeo de los barriles deja ‘propinas’ de 600 euros al día a algunos alumnos

GRANADA
El apogeo de los barriles deja propinas de 600 euros al día a algunos alumnos
Los organizadores utilizan el nombre de las facultades y de colectivos como los Erasmus o los viajes de estudios para atraer a más gente, pero en realidad el dinero es para su bolsillo Dueños de bares y salas se rifan a universitarios para que organicen los eventos en sus locales
ANDREA G. PARRA/GRANADA
El apogeo de los barriles deja propinas de 600 euros al día a algunos alumnos
DENUNCIA. Miembros de la Asociación de Servicios al Estudiante Extranjero. /IDEAL
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Propietarios de salas y de bares van a la caza de universitarios para que organicen barriles y fiestones en sus locales. Y algunos alumnos han visto un filón en estas actividades y se han puesto manos a la obra. A los grupos de compañeros de clase que organizan barriles y fiestas nocturnas para sacar algunos dinerillos para el viaje de fin de carrera o para organizar actividades en la Delegación de Estudiantes, se han sumado los universitarios avispados. Cada vez está más de moda. Dos o a lo máximo tres jóvenes buscan a un propietario de un bar o sala -o viceversa- y organizan fiestas en las que pueden llegar a ganar hasta 600 euros por noche. Esos dineros van directos a sus bolsillos y no es ninguna exageración. La propina puede superar en ocasiones los 600 euros.

Las facultades y escuelas de la Universidad de Granada (UGR) están llenas de carteles. Hay en los tablones de anuncios, en las paredes e incluso en el suelo. Es la época de los barriles y de las fiestas universitarias y los dueños de los bares y los propios alumnos lo saben. «Estamos en la fecha perfecta para ganar dinero». Algunos jueves y viernes puede haber convocados hasta veinte barriles y fiestas.

El tanto por ciento que gana el alumno es diferente dependiendo del local. Si bien, en algunas fiestas se puede ganar más de 100 euros por barril de cerveza pinchado. El barril cuesta entre 50 y 60 euros. Los alumnos suelen hacer 150 tiques por barril y venderlo a un euro como mínimo. En lo que respecta a la venta de entradas pueden ganarse hasta tres euros por cada una. Cuando son grupos de viajes de fin de estudios, ese dinero se suele repartir entre un grupo bastante amplio.

Algunos estudiantes que organizan estas fiestas, utilizan el reclamo de facultades y de grupos como los Sócrates-Erasmus para atraer a más gente. En el caso de los alumnos Erasmus, Santiago Aguilera, miembro de la Asociación de Servicios al Estudiante Extranjero (ASEE), confirma que se utiliza este nombre como reclamo, pero «son grupos reducidos de gente que en ocasiones no tienen nada que ver con nosotros ni con el colectivo». Si bien, otras veces son dos o tres alumnos Erasmus o jóvenes anónimos que buscan el beneficio propio.

Tanto Santiago como Ana López y Ana Peralta -también de ASEE- corroboran que el colectivo de alumnos extranjeros tiene un gran tirón entre los dueños de estos negocios. Su poder adquisitivo es mayor y suelen gastarse mucho dinero en copas. «A nosotros han venido muchas veces a buscarnos gente de los bares, salas… para que organicemos fiestas, pero les hemos dicho que no porque no tenemos ningún afán de lucro», sentencia Santiago.

A ASEE no es a la única puerta que han llamado. Han ido a alumnos de Ciencias de la Educación, Económicas, Derecho, Farmacia, Informática… da igual el centro educativo. Si bien, algunos se aprovechan más que otros de las características de la escuela o facultad. No es raro ver en los carteles anunciar que en el barril de Ciencias de la Educación habrá muchas chicas, en Informática chicos… Los mensajes de los anuncios no tienen desperdicio. En este caso, algunos colectivos también denuncian que se utilice el nombre de los centros y más aún «cuando no hay ni un sólo alumno de esa titulación».

En el caso de los Erasmus, ASEE ha tenido varios problemas y les han llegado a llamar la atención desde la propia Universidad porque «organizábamos muchas fiestas y no era así». Santiago explica que el último curso se celebraron cinco fiestas: dos de bienvenida, dos en Navidad y una de despedida. «En ningún caso ganamos ningún dinero. Nuestra intención es que la gente se conozca y no fomentamos el botellón ni la ingesta de alcohol», se defiende. ASEE organiza sin embargo otras muchas actividades para ayudar a los alumnos extranjeros.

Ana López y Ana Peralta no ven con malos ojos que los alumnos ganen dinero con estas actividades, aunque reconocen que es un tema «espinoso». Más aún si se utiliza el nombre de algunos colectivos. Otros alumnos destacan sin embargo «el negociazo» que están haciendo los empresarios con los universitarios.
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