Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo y por mucho que se maquine no existe el timo perfecto. Y si no, que se lo cuenten al encargado del cementerio municipal de Salobreña que ha sido detenido por la Guardia Civil por se el presunto autor de un delito de estafa tras engañar a una señora que quería, simplemente, comprar una tumba.
La estafada es una mujer del pueblo, que al verse enferma, decidió comprar el nicho que está justo encima del de su marido, para descansar eternamente junto a él. Según apunta la Guardia Civil, el detenido cobró a esta vecina, 750 euros por el traslado de unos restos que estaban en la sepultura que ella quería.
Previamente él mismo los había introducido en el nicho. Eran exactamente el cráneo y la mandíbula de un niño, unos dientes y una clavícula. También había falsificado los documentos necesarios para justificar la exhumación, ya que esta tumba en teoría, y según los papeles del Ayuntamiento, estaba vacía.
El responsable del cementerio tenía esos huesos humanos guardados quién sabe con qué intenciones. Él se hizo con los restos hace aproximadamente cuatro años, aprovechando que se realizaron obras en el osario del cementerio para extraer los cadáveres no identificados allí enterrados para su posterior traslado a la Universidad de Granada para su estudio.
El pasado día 25 un responsable del Ayuntamiento de Salobreña denunció en las dependencias de la Guardia Civil que en un nicho propiedad municipal que en teoría debía estar vacío, habían aparecido restos humanos no identificados.
Investigación
La Guardia Civil inició una investigación y descubrió que el ahora detenido había falsificado la documentación necesaria para justificar ante la vecina que pretendía comprar el nicho que estuviera ocupado y el cobro por el posterior traslado de los restos a otro lugar del cementerio. Al parecer, la señora también había sospechado porque el empleado había ido hasta su casa a cobrarle.
Los agentes además localizaron a un testigo que asegura haber visto al detenido introducir en el nicho la bolsa en la que luego han aparecido los restos óseos.
El trabajador del Ayuntamiento salobreñero tras ser detenido el pasado viernes por la tarde, reconoció que los restos humanos aparecidos procedían del osario municipal, que los consiguió tras las obras realizadas hace cuatro o cinco años, que desde entonces los había tenido en su casa, y que fue él quien los metió en el nicho que vendió a la vecina estafada.
Posibles estafados
Fuentes cercanas a la investigación cuentan, que antes intentó desviar la atención indicando que eran unos huesos que una vecina había traído de Quéntar. La Guardia Civil investiga ahora si ha podido haber más vecinos de Salobreña estafados por el responsable municipal del cementerio.
El alcalde de Salobreña, Jesús Avelino Menéndez, indicó que siente mucho lo ocurrido y que el detenido es una persona en la que tenían plena confianza «porque aquí no se vigila a nadie». El primer edil dijo que los hechos son «muy desagradables» y que lo que ahora procede por ley es suspenderle de empleo y sueldo y abrirle un expediente que puede derivar en la expulsión.
El ahora detenido llevaba una década encargado del censo del cementerio municipal y conocía el camposanto a la perfección. Esto le pudo dar ventaja a la hora de tramar su plan. La vecina estafada no atendió ayer a este periódico pues dijo estar metida en la cama, ya que al parecer está bastante enferma.
