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«Defiendo el botellón pero en recintos adecuados»

GRANADA
«Defiendo el botellón pero en recintos adecuados»
Una estudiante de cuarto de Sociología de UGR opina sobre la bebida y el civismo
M. A./GRANADA
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«La verdad que el botellón es todo un problema, porque tenemos que acatar la ley que aprobó el Parlamento de Andalucía pero por otro lado nadie, yo la primera, está dispuesta a renunciar a beber y pasármelo bien con mis amigos en la calle». Quien así se expresa es Marta Salinas, estudiante de cuarto curso de Sociología en la Universidad de Granada y que como muchos otros compañeros disfruta haciendo botellón los fines de semana.

«Yo defiendo el botellón, pero en recintos adecuados para el mismo, para no molestar a nadie», precisa al respecto Salinas. La joven estudiante, natural de Mallorca, reconoce que su postura no la comparten ni de lejos muchos de los jóvenes que prefieren concentrarse en distintas zonas de movida a tener que compartir un único recinto, alejados del casco histórico de la capital granadina.

A este respecto, Marta Salinas precisa que optar por un modelo de botellón u otro -hacerlo en cualquier punto de la ciudad o en un espacio habilitado especialmente para ello- depende de la «conciencia cívica» de cada uno. «No se trata de demonizar a nadie, pero está claro que en este asunto también intervienen cuestiones educativas, de respeto hacia los demás, y si éstas no se tienen difícilmente se puede convencer a quien piensa lo contrario», explica.

Sí deja claro que la nueva ley aprobada, que prohíbe beber alcohol en la calle, «ha arrojado la patata caliente a los ayuntamientos, que son los que han de hacer frente a este fenómeno con sus propios recursos; no me parece justo que sea así», añade la estudiante de Sociología.

Por ahorro

Salinas está de acuerdo con que la mayor parte de la gente que hace botellón se ve obligada a ello por motivos económicos. «Un estudiante no puede pagar una copa a ocho o diez euros en un pub, nadie tiene dinero para ello y menos si tienes por delante una larga noche, donde bebes más de una», precisa.

Respecto a que cada vez se incorporan personas más mayores al botellón, esta joven opina que efectivamente es así, pero cree que no son treintaytantoañeros… -«al menos no lo aparentan»- sino gente que ha terminados sus estudios y ya tiene trabajo, «con algo más de dinero en sus bolsillos, pero tampoco en exceso porque las bebidas que consumen son las mismas».
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