– «Creo que España está viviendo un momento de esplendor»
El biógrafo Ian Gibson visita El Ejido en el V Ciclo de Encuentros Literarios,.donde presentó su última novela titulada 'El hombre que detuvo a García Lorca'
El célebre hispanista Ian Gibson ha visitado El Ejido en el V Ciclo de Encuentros Literarios, donde además de presentar su último libro, 'El hombre que detuvo a García Lorca', ha contestado a las preguntas de un público curioso por su obra. Directo y claro, no dudó en considerarse de «izquierdas, pero sin partido político», y explicó largamente que «España está viviendo un momento de esplendor porque todo es posible».
En su argumentación, Gibson consideró que el país está «en funcionamiento» y ha perdido sus complejos. En esta misma línea, comentó que los jóvenes españoles han dejado de estar frustrados ante los franceses, algo que estaba muy en auge cuando llegó a España. «Ahora la juventud sale, va a Irlanda a aprender y mejorar su inglés, hay muchas oportunidades, por lo que creo que estamos viviendo un momento estupendo, a pesar de lo que digan algunos», sentenció.
Igualmente, señaló que la actual situación de crispación política que vive el país se va a calmar una vez que pasen las elecciones. «No se puede seguir la situación actual, por lo que creo que, pase lo que pase, la próxima legislatura va a ser más tranquila», comentó Ian Gibson.
Memoria Histórica
El escritor dublinés también habló de la Ley de Memoria Histórica, de la que dijo que «me parece necesaria para ayudar a la gente a superar sus dolores y también para pasar a otra etapa». A esto añadió que «si la gente quiere recuperar a sus muertos hay que darles todas las facilidades».
Gibson comentó que si él tuviese un abuelo en el bando republicano, lo intentaría buscar, y eso «lo debe de entender la otra parte, el otro bando».
En cuanto a los símbolos franquistas, el biógrafo de Lorca muy claramente manifestó su rechazo ante ellos. «No me gusta verlos, creo que deberían estar en museos o en parques temáticos», comentó Gibson, quien dijo lamentar la muerte de Primo de Rivera, pero también «la de los 30.000 fusilados, que todavía no se han encontrado».
Según el escritor, a pesar de lo que puedan decir algunos, «no está todo totalmente superado». En este sentido, muy tajantemente dijo que «quitaría la Cruz del Valle de los Caídos o la pondría en un parque temático porque es la cruz de un bando y no de otro, además de ser el lugar más siniestro que conozco».
Como no podía ser de otra manera se habló de Federico García Lorca, con el que dijo que iría a la tumba porque «me ha influido en mi manera de ver el mundo». El novelista explicó que hoy en día, con las tecnologías que existen, a la Universidad de Granada le sería muy fácil determinar si la tumba de Lorca está donde se piensa, en Alfacar.
Asimismo, expresó su disconformidad con la familia del universal poeta granadino: «Me cuesta trabajo entender la actitud de la familia, yo quiero saber dónde está, no me basta con saber dónde está más o menos». Aunque, por otro lado, comprendió que los familiares puedan temer las repercusiones de una «cobertura mediática internacional».
En cualquier caso, Ian Gibson quiso aprovechar el encuentro con los ejidenses para aclarar que «nadie piense que me he hecho millonario con García Lorca, porque se equivocan todos los que me acusan de ello».
Por otro lado, anunció que su próxima biografía será sobre Luis Buñuel, con el que «ya está soñando». Y es que el escritor confirmó su incapacidad para separar vida privada y trabajo, a la vez que explicaba su filosofía: «Si no tienes una vocación, creo que la vida es realmente un desastre».
En cuanto a cómo se inició en la investigación sobre Lorca, dijo que «es algo normal» y más teniendo en cuenta que este escritor irlandés comenzó cuando aún estaba la dictadura franquista. Además, Gibson indicó que la biografía es una laguna en la literatura española. De este género dijo también que es sumamente importante para un país, puesto que le permite conocerse a sí mismo.
Según el novelista, «éste es un país muy complejo y único en el mundo por su mezcla de sangre». En este sentido dijo no entender la actitud de la derecha, que «se olvida que el cristianismo es oriental». Por todo ello, abogó por la mezcla de cultura de España y aclaró que «no hace falta ser católico para ser español profundo».
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