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Carta abierta al Arzobispo de Granada

CARTAS
Carta abierta al Arzobispo de Granada
José Eduardo Muñoz Negro.

Jose Eduardo Muñoz Negro, Jesús García Alcántara, Justa Gómez Navajas, Jesús Sebastián Damas Arroyo, Miguel Pasquau Liaño, Sergio Damas Arroyo, Mª Dolores Álvarez De la Puente, María Silveria García Fernández, Carolina Jiménez Guirado, Carmen Lachica Fernández-Fígares, Juan Carlos Rodríguez Vázquez, Belén Bellido Martínez, Amparo Damas Arroyo, Carlos García Hirschfeld, José Ferrer Parejo, Inmaculada Damas Arroyo, Amparo Arroyo Fernández, Juan Fernando Damas Arroyo, Almudena López Casado, José María García Pérez, Johanna Hartmannsgruber, Carmen Negro Teruel, Fernando Bullejos Calvo, Inmaculada Martínez Bonache, Manolo Rodríguez Cerro, Juan José López Marín, José Luís Augustin Morales, Julia Mª Carabaza Bravo, Miguel Guirao Piñeyro, José María Gómez Cama, Juana Estíbaliz García Sánchez, Inmaculada Guerra Sotomayor, Agustin Buendía Eisman, Nieves García Ramírez, Manuel Marchante García y María Artacho Sánchez/Asociación Cultural Karl Rahner. Granada.
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Sr. Director de IDEAL: Como presidente de la Asociación Cultural Karl Rahner le ruego que incluya en la sección de cartas al Director la carta abierta que desde esta asociación dirigimos al Señor Arzobispo de Granada.

Agradeciéndole su colaboración, atte.,

Sr. Arzobispo de Granada: Somos un grupo de laicos comprometidos con la búsqueda de un mundo más justo, humano y evangélico. Nos movemos en el campo del diálogo fe-cultura-justicia y nos interesa el estudio del hecho religioso. Pensamos que no sólo el mundo, sino que también la Iglesia, que forma parte del mundo, necesita ser evangelizada. Y esta evangelización, requiere una formación adecuada a los tiempos que corren. Siempre ha existido un cristianismo encarnado en épocas, personas, culturas y corrientes filosóficas. Nosotros queremos contribuir modestamente a esa tarea. Desde esta perspectiva, nos deja estupefactos y perplejos el hecho de que Vd. haya decidido retirar de la Facultad de Teología de Granada a los seminaristas de la Archidiócesis que Vd. preside.

La Facultad de Teología de Granada es una institución que se ha caracterizado siempre por su riguroso compromiso con Granada y su Iglesia. No ha hecho otra cosa, salvo servir a la ciudad y su Iglesia. Ha sido y es, desde hace más de 60 años, una de las señas de identidad intelectuales de Granada. Su prestigio local, nacional e internacional es muy grande. Se trata de una institución universitaria y plural, dedicada a la investigación y la docencia, abierta al diálogo y la colaboración con la sociedad y la Universidad de Granada.

Su decisión ha causado enorme malestar, sorpresa, desconcierto e indignación entre los ciudadanos, no sólo cristianos, de Granada. Muchos, desde la Iglesia de base a movimientos más conservadores, pasando por sacerdotes diocesanos, religiosos, y otros, no comprendemos ni compartimos su decisión. Nuestra perplejidad y desolación aumentan cuando Vd. decide constituirse en alternativa docente a la Facultad de Teología encargándose, con unos pocos, de la docencia de los futuros sacerdotes. Sepa que muchísimos granadinos tenemos un profundo reconocimiento por el influjo cultural y religioso de la Facultad de Teología, del que, directa o indirectamente, somos beneficiarios. No dude usted de que cualquier merma de la vitalidad de esa Facultad será un factor de empobrecimiento en el panorama de la fe en esta Archidiócesis.

Le pedimos que rectifique y nos dé una explicación Parece ser que no le gustó la conferencia de inauguración del curso en la Facultad pero apenas ha justificado Vd. su decisión con una vaga alusión a que la formación que se imparte en la Facultad no es adecuada al contexto cultural de la Iglesia española. Ésa sería una buena razón para prescindir de sus servicios en la formación de sus seminaristas, pero reconózcanos al menos, a quienes tan agradecidos nos sentimos al estilo de esa Facultad, el derecho a conocer algo más sus motivos. ¿Por qué no es una formación adecuada? ¿Qué le encuentra criticable? ¿A qué contexto cultural se refiere? ¿Al que existe, o al que le gustaría que existiese? ¿En qué contexto cultural quiere Vd. situar a la Iglesia Católica?

Estamos seguros de que la virtud de la humildad le llevará a descender al terreno del diálogo y no dudamos que sabrá explicar una decisión tan importante, y contrastar las razones que le han llevado a prescindir de los servicios de la Facultad de Teología con quienes, al menos hasta ahora, y mientras usted no nos convenza, pensamos que la formación de dicha Facultad es muy adecuada al contexto cultural del mundo en el que sus seminaristas deberán actuar cuando se ordenen como sacerdotes.

Somos cristianos que vamos a sostener la financiación de la Iglesia con nuestra aportación en el IRPF, y francamente no nos da igual cuál vaya a ser la formación que reciban quienes están llamados a ser sacerdotes y a servir a la Iglesia y a la sociedad en su conjunto. Exigimos que la formación de los sacerdotes se haga con respeto a criterios científicos y plurales, dado que la Teología es una ciencia plural, y no se reduzca a un mero adoctrinamiento ideológico. Pese a su potestad, no puede truncar sin más la formación académica de unos seminaristas que acaban de empezar el curso. Ni ellos ni la Iglesia granadina se lo merecen.

Sería muy evangelizador que rectificara y demostrara a sus fieles que los pastores de la Iglesia también pueden equivocarse. Así disminuiría la crispación y aumentaría la credibilidad de la Iglesia. No dudamos que es Vd. capaz de hacerlo.

Atentamente,
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