Cafetería cerrada por falta de calidad y buen trato
La cafetería de la Facultad de Ciencias del Trabajo y de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Granada (UGR) no ha abierto después de las vacaciones. Los alumnos y el profesorado y personal de administración y servicios están sin café. Quien la gestionaba decidió irse. Eso sí se fue después desde que el centro universitario le hubieran llamado la atención en varias ocasiones por la falta de calidad en el servicio. Falta tanto en los productos que se servían como en el trato y gestión del mismo.
El propio decano de la Facultad de Ciencias del Trabajo, Antonio Delgado Padial, tras recibir varias quejas de los universitarios, habló con quien gestionaba la cafetería y se ofreció a ayudar para mejor el servicio, pero éste decidió al final irse. Le llamaron la atención hasta tres veces. Todo eso ocurrió en julio y la intención era que con el inicio del curso volvieran a servirse las tostadas, cafés… en la cafetería del edificio de la calle Rector López Argüeta, pero varios contratiempos han hecho que ésta no haya abierto aún.
Según explicó ayer el decano ya se ha adjudicado a una nueva persona, pero aún no ha abierto. La intención de la nueva adjudicataria es cambiar la barra y hacer otras mejoras. Mientras tanto los universitarios de estos dos centros y también los de Ciencias Políticas y Sociología, que no disponen de este servicio en su edificio, están sin cafetería.
Peticiones
Los universitarios se habían quejado del trato en la cafetería, de la limpieza y calidad de los productos. Tras el cierre, el decano comunicó la situación a la gerencia de la Universidad y fue entonces cuando se abrió un nuevo concurso. El anterior adjudicatario no había terminado su \’contrato\’. Así se cerró un tiempo y en breve esperan que se abra otro en este centro universitario, en el que esperan, por otra parte, mejore el trato y también la calidad de los alimentos que se sirven. En este sentido, el decano de la Facultad de Ciencias del Trabajo ha pedido que se realicen de manera periódica inspecciones. Controles que por otra parte antes no se realizaban. En este centro universitario quieren estar seguros de lo que comen y también de lo que beben.
Las cafeterías de la Universidad granadina gozan de una buena acogida entre los estudiantes porque suelen ser baratas. Del servicio tampoco se suelen quejar mucho, no obstante, parece que no todos están muy conformes ni contentos con lo que se les pone en el plato en las mesas universitarias. En muchas de estas cafeterías también ofrecen menús a un precio económico, aunque no tanto como en los comedores universitarios.
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