Más del 53% de los alumnos de la UGR son de fuera de Granada En la mayoría de los centros los estudiantes encontraron obras.
Por no faltar no faltó ni la tuna. Los campus universitarios estaban ayer a rebosar. En Cartuja, por ejemplo, se vio a varios integrantes de la tuna, con pandereta y guitarra en mano, pasearse por alguna de las calles del citado recinto universitario.
El primer día de clase en la Universidad de Granada (UGR) volvió con las clásicas colas en los centros universitarios. Si bien, dicen algunos que no tienen mucho que ver con las que se montaban hace unos años. Eso no evitó, con cita incluida desde las secretarías, que los universitarios esperaran pacientemente su turno para resolver las cuestiones burocráticas.
Eso lo hicieron estudiantes fundamentalmente de segundo en adelante. Los de primero también hicieron alguna cola para fotocopiar los primeros documentos de su carrera. Ellos eran los que estaban más nerviosos y más desorientados. Sin saber en algunos casos dónde estaban sus aulas ni muchos otros servicios.
En algunos centros como la Facultad de Ciencias de la Educación el equipo decanal le dio la bienvenida con una charla en el aula magna. Hoy habrá un concierto de Ferrara. Durante todo este mes los centros organizarán jornadas para informar sobre sus servicios y cuestiones que pueden interesar a los estudiantes. Un año más, los puntos de información estaban cerrados.
Barril y novatadas
Si las imágenes del interior de los centros universitarios eran repetitivas, en las paradas de los autobuses también. En el campus de Cartuja, por ejemplo, hubo momentos en los que había más de cincuenta universitarios esperando. El campus lleno de coches fue otra de la imagen del día. Lo que también se repitió es la falta de señalización en algunos puntos de campus como el de Cartuja, que son necesarios desde hace muchos años.
Los campus ya están llenos -faltan algunos- y los pisos de alquiler de estudiantes también. En la Universidad granadina más del 53% de los alumnos son de otras provincias diferentes a las granadinas. Los de pueblos lejanos de la capital, aunque sean de Granada también alquilan. Dejan millones de euros en alquiler y en gastos del día a día. Comienza el curso y llegan las clases, los barriles y también las novatadas.
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