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Año nuevo (Mesa Redonda por Ayes Tortosa)

LA REDONDA
Año nuevo
AYES TORTOSA/

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NO me he confundido de fecha. Para los miles de estudiantes que se matriculan en la Universidad granadina el año comienza ahora. El treinta de septiembre se inauguró el nuevo curso académico. De golpe, nuestra ciudad se inunda de gente joven y en la envejecida pirámide de la población brota una primavera otoñal. La vieja Matusalén que fundara Carlos V sigue siendo una de las universidades más cotizadas.

Los estudiantes retornan como las golondrinas pero no son oscuros ni siniestros, todo lo contrario, alegran plazas y cafeterías, llenan -a rebosar- los autobuses, aprenden en los seminarios, en los laboratorios… pero sobre todo en esa gran aula sin paredes que es la vida. Sería un grave error considerar a estas estudiosas aves de paso como un pingüe negocio, son mucho más, contribuyen a sanar esa enfermedad que a veces se instala en ciudades como la nuestra: la endogamia.

Acuden estudiantes de provincias limítrofes, pero también de países lejanos (1.742 alumnos extranjeros nos visitaron el curso pasado). Es muy importante proporcionarles a estos muchachos una estancia digna en nuestra ciudad, nos beneficiamos todos.

Recuerdo a una compañera venida de Alemania. Se adaptó tan bien a Granada que a través de ella viví mi ciudad con el deleite de la mirada de un estudiante extranjero. «Por cinco duros te ponen aquí una cerveza y tres tapas», me decía. Cuando se marchó le regalé una cinta de Carlos Cano. «Me ha gustado mucho», me escribió, «¿pero qué significa: política no seas saboría?». ¿Cómo explicarle esta palabra y otras?

En una carta al director de este periódico (13-9-04), Dionisio Antonio Carrillo nos recordaba con gracia palabras y giros propios. Muchos estudiantes foráneos al escucharnos por primera vez se sumen en un desconcierto total, un alma caritativa ha hecho circular para ellos, por internet, un pequeño diccionario repleto de joyas: mihilla, mititilla, regomello, repeluhno, venacá pacá, ehturreao, mandaíllo…

Y en este minmitico instante me despido de ustedes. Contí coneso, volveré.

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