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Andalucía desarrolla 18 ensayos clínicos en terapias avanzadas

La red de centros de investigación en terapias avanzadas de Andalucía desarrolla en la actualidad 18 ensayos clínicos relacionados con distintos ámbitos sanitarios.
Así lo ha puesto de manifiesto Natividad Cuende, directora ejecutiva de la Iniciativa Andaluza en Terapias Andaluzas, durante la inauguración en Granada del I Simposio Internacional de Terapia Génica y Celular, que reúne a más de 200 expertos y profesionales vinculados al desarrollo de este tipo de terapias.
Los ensayos clínicos abarcan áreas como la cardiología, la neurología, la esclerosis múltiple, el ictus cerebral, el denominado «pie diabético», el aparato digestivo o la realización de tejidos por ingeniería tisular para la reparación de la córnea y la piel, entre otros, ha explicado Cuende.
Las terapias avanzadas agrupan a la terapia celular, la terapia génica y la de ingeniería de tejidos, ámbitos todos ellos que abarca la investigación desarrollada en Andalucía, donde también se está avanzando en áreas de conocimiento como la nanomedicina.
Andalucía, que fue la primera comunidad española en legislar para preservar la investigación con células madre de origen embrionario, es considerada una de las regiones líder del mundo en este ámbito.
De los productos que están siendo objeto de investigación en los 18 ensayos clínicos que se desarrollan en la actualidad en Andalucía, ninguno ha demostrado aún de forma «fehaciente» ni su seguridad ni su eficacia, pero todos ellos están en la fase de «intentar demostrarlo», según Cuende.
De hecho, ya hay un producto que está en las clínicas: los condrocitos, que son células de cartílago para la reparación de lesiones articulares de rodilla.
Se trata del único medicamento autorizado por ahora en Europa para uso clínico y es fabricado por el banco de tejidos que se ubica en el Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Málaga.
Cuende explica que en este tipo de investigaciones, desde que empieza la primera fase clínica hasta que el producto llega al mercado para tratar a los pacientes suele transcurrir una media de diez años.
«Algunos de esos productos pueden ser una alternativa terapéutica, no milagrosa, pero sí dirigida a combatir enfermedades que hoy en día no tienen cura. Estamos en el camino de demostrarlo, pero no es algo que sea de hoy a mañana», ha indicado.
En el simposio, que reúne a especialistas de distintos países para debatir sobre los últimos avances en el ámbito de las terapias avanzadas, ha participado, entre otros, el director del departamento de Histología de la Universidad de Granada, Antonio Campos.
Campos ha expuesto el modelo de córneas artificiales desarrollado hace unos años por este departamento y que tras una serie de ensayos experimentales en animales y en laboratorio está a punto de atravesar la fase de ensayo clínico.
Las córneas artificiales permitirían sustituir a los trasplantes, lo que evitaría que el paciente dependiera de la donación de órganos.
«Incluso podríamos disponer de un banco de córneas que poder utilizar sin las restricciones que imponen las donaciones», ha explicado a Efe Campos.
Según el investigador, aunque el trasplante de córnea sigue siendo «muy útil», la córnea artificial tiene la ventaja de que supone de gran utilidad para el ensayo de fármacos, dado que está formada por tejidos de células vivas que reproducen órganos y estructuras del cuerpo humano.
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