GRANADA
Alumnos de Informática se concentran contra los robos y exigen más vigilancia
Se incrementa el número de denuncias y el miedo a acudir al centro de Aynadamar Los universitarios vienen soportando continuos asaltos, algunos a punta de navaja
ANDREA G. PARRA/GRANADA
Alumnos de Informática se concentran contra los robos y exigen más vigilancia
NO MÁS ROBOS. Protesta de estudiantes en uno de los lugares donde se producen los asaltos. /A. G. P.
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Un nutrido grupo de alumnos -más de doscientos- y profesores -aunque éstos fueron muchos menos- se concentraron ayer en el anfiteatro de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática y de Telecomunicaciones de la Universidad de Granada (UGR) para denunciar los robos que se están produciendo en las cercanías del centro y que les están afectando. Vienen soportando desde hace más de dos meses continuos robos o asaltos a punta de navaja inclusive y están asustados y cansados de que no se tomen las medidas pertinentes. Por eso, se concentraron ayer en la parte trasera del centro, donde se han cometido algunos de los robos a intentos para sustraer ordenadores portátiles o teléfonos móviles.
A través de un comunicado los estudiantes «reiteramos nuestra denuncia ante los graves hechos, robos, hurtos y asaltos, que acontecen en las inmediaciones de nuestra Escuela». Añaden que «al margen de las consecuencias que estos delitos provocan en la integridad de las personas y del coste económico de los objetos robados, debemos destacar la importancia que para su propietario tiene la información almacenada en el ordenador portátil». Según el delegado de alumnos de la Escuela, Salvador Manuel Gómez, están apareciendo más universitarios con denuncias o que las van a poner porque les han robado o han sido asaltados. En los portátiles los universitarios llevan prácticas, apuntes, proyectos de investigación… y si se los roban no pierden sólo dinero sino muchas horas de trabajo.
Las denuncias que se están presentando son a juicio de estos universitarios más que suficientes para que se refuerce la seguridad exterior con la presencia de más policías. Y también la interior con la permanencia de un guardia de seguridad continuo en el centro y que no lo tengan que compartir con la Facultad de Bellas Artes.
Los asaltos y robos se suelen producir en la puerta principal del centro o en la trasera, en el camino hacia la parada de autobús o en la propia parada. Desde noviembre es cuando se están produciendo más hechos: Robos de portátiles, teléfonos móviles, han roto ventanillas de coches para sacar algún móvil… Este centro universitario es muy goloso para los pequeños vándalos porque está aislado -campus de Aynadamar- y además los alumnos llevan objetos que después pueden revender en el mercado.
Los universitarios guardaron ayer un minuto de silencio para que nada de esto vuelva a suceder y se tomen medidas. No obstante, no están tranquilos porque no saben cuándo les van a dar el susto.
Cuchillos y seguridad
Rafael, estudiante de tercero de Telecomunicaciones, va a la Escuela con miedo desde hace dos meses. Le asaltaron, justo en la parte de la entrada principal, a punta de cuchillo. Estaba con otros dos amigos y llevaba un ordenador y una consola. Fue por la tarde y no consiguieron llevarse nada los ladrones porque salió a la puerta el guardia de seguridad y al verlo se fueron corriendo los vándalos.
Desde entonces, Rafael no ha vuelto a llevar el ordenador portátil a la Escuela. Aún así, eso no evita que todos los días, y sobre todo por las tardes ya que a veces termina a las 21.00 horas, vaya con miedo. No es que esté asustado sólo él sino que su familia también lo está. «Desde entonces mi madre quiere venir a recogerme todos los días», dice. Entonces Rafael no denunció, pero ahora que le han dicho que puede hacerlo, aunque no se llevaran el portátil lo hará. Estudiantes y demás personal esperan una solución a esta situación de inseguridad. La Delegación de Alumnos sigue recibiendo denuncias.