GRANADA
«Ahora tengo ganas de vivir»
El Aula de Formación Continua de la UGR, que ayer cerró por vacaciones con un acto en Medicina, permite a los mayores sentirse jóvenes y afrontar con fuerza una tercera edad universitaria
TEXTO Y FOTO:/CLARA SÁNCHEZ / GRANADA
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EL espíritu universitario no tiene edad. Los más de 800 mayores que se graduaron ayer durante el acto de clausura del curso del Aula de Formación Continua de la Universidad de Granada lo demostraron.
Las ganas de refrescar conocimientos adquiridos durante la juventud o aprenderlos por primera vez hace que los mayores saquen las fuerzas necesarias para afrontar una nueva etapa de la vida caracterizada en principio por los achaques.
«Aquí no hay depresiones ni aburrimiento, incluso los achaques se ven de otra forma», explicó la directora del programa, Concepción Argente. «Además, el interés que tienen por aprender es tal que son muy disciplinados», continuó.
«He vuelto a sentirme tan joven que cuando iba a clase subía las escaleras como si tuviera veinte años», manifestó Blanca Galindo, la delegada del tercer curso del primer ciclo. «Pero lo mejor es que sientes que formas parte de la sociedad de hoy, que sigues viva y que no eres una jubilada», añadió con la emoción que reflejan sus palabras.
«Cuando estaba en el colegio y pasaba por la facultad de Medicina siempre le comentaba a mi compañera que ojalá algún día subiese esas escaleras. Ahora por fin lo hago, aunque sea a la pata coja», relató Pilar Gutiérrez, una alumna de tercero que decidió embarcarse en la aventura del saber tras la depresión que le causó la muerte de su esposo. Una aventura que la ha transformado radicalmente. «Soy otra, ahora tengo ganas de vivir».
La integración de los mayores en las facultades con los jóvenes contribuye a la consecución de los objetivos del Aula de Formación Abierta: la mejora de las capacidades personales y sociales de sus alumnos con una intención formativa y de atención social solidaria.
Los alumnos de la Universidad de Mayores, pertenecientes a las sedes de Granada, Loja, Motril, Guadix y Baza, celebraron, como cualquier universitario, la clausura del curso.
Los discursos, los reconocimientos, las menciones y los títulos en forma de diplomas no faltaron en un acto que concluyó con la interpretación del Gaudeamus Igitur por el coro del aula, al que se unieron las voces de todos los alumnos.
El vicerrector de Postrado y Formación Continua de la UGR, Francisco Martos, animó a los mayores a continuar con «la llama del espíritu universitario encendida sin mayor recompensa que el conocimiento».
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