Los comedores universitarios, espejo de la crisis
Están llenos y cada vez más. Con la crisis, los comedores del as facultades llegan a saturarse por los asequibles precios que ofrecen. Un menú por tres euros es una ganga en estos tiempos de ahorro máximo. En la Universidad de Granada, ese aumento se traduce en un 15%, es decir, al menos 40.000 menús más vendidos en lo que va de año.
Son datos facilitados por la UGR y recogen cifras desde enero hasta el veintidós de octubre. Comparan los mismos tiempos de 2007 y 2008. Las previsiones son que el incremento será mayor cuando termine el año. En todos estos meses los comedores universitarios -cerrados durante el verano- han repartido, sólo en tiques vendidos y sin incluir los de los colegiales y becarios- han vendido 310.000 comidas.
Los universitarios pagan desde hace años tres euros por cada comida. Los comedores son un referente a nivel nacional en precios y en «calidad». Patatas en ajo pollo, ternera asada a la jardinera con calabacino frito, pan, vino y postre a tres euros es «barato». Este es el menú de hoy jueves. Así, hay universitarios que insisten en que por tres euros, aunque a la Universidad granadina les sale mucho más barato, en pocos lugares, por no decir ninguno, se puede comer. Un menú de comida rápida, con muchos menos componentes, cuesta más.
Becarios y residentes
Ante esta situación las colas se repiten un día sí y al otro casi que también en los comedores. En el que más es en Fuentenueva. Es donde se reparten más comidas y en el que hay más demanda. En el del colegio mayor Isabel la Católica, la residencia Carlos V y el del campus de Aynadamar en la Escuela de Informática son menos los alumnos, personal de administración y servicios y profesorado los que van a comer.
Los comedores son un servicio muy bien valorado por los universitarios y en tiempos de crisis más. Poder comer bien y, además, ahorrarse unos euros les gusta. Al hacer cuentas sobre si es más barato ir a un supermercado a comprar o a una de las salas de los comedores universitarios ahora más que nunca les sale más económico. Si un alumno tiene que comprar para cocinar, aunque sea para el solo, todo lo que se sirve en la UGR le saldría «más caro». Los alumnos tienen el problema que al ser uno solo les es menos económico. Al margen de que no a muchos les gusta meterse en la cocina cuando llegan de clase.
Lo que es más barato es traerse la comida en fiambreras desde casa. Eso piensan algunos. No obstante, en la UGR estudian alumnos que están cerca de casa y van todas las semanas al hogar familiar, pero otros al ser un centro con tantos universitarios son de provincias muy variadas.
Desde comedores universitarios recuerdan que la cifra de 310.000 comidas dadas hasta el día 22 de octubre hace referencia sólo a las que se venden en las taquillas. A estas habría que sumar las de becarios y las de los colegiales del Isabel la Católica y de la residencia de Carlos V. En total, al año en la UGR se ´reparten´ unas 700.000 comidas.
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