Estudiantes eslovacas en San Roque
Los profesores se los han llevado de visita didáctica por Lisboa, Cáceres, Elvas y Olivenza y los alumnos se han encargado de enseñarles la cultura del botellón. Apenas conocían España pero en menos de una semana han aprendido «todas las cosas buenas de este país». Son dieciséis chicas de entre 16 y 18 años procedentes del instituto Gymnázium Bilingválne, de la ciudad de Zilina, la quinta más grande de Eslovaquia, y han venido a Badajoz gracias al intercambio cultural que tienen en marcha con el instituto de San Roque.
Llegaron el pasado viernes y se marchan el domingo a primera hora de la mañana. Han sido acogidas en las casas de los alumnos pacenses que participan en el intercambio y a todas les da mucha pena tener que despedirse. «Nos lo estamos pasando muy bien y los chicos de Badajoz nos están tratando también muy bien. Todavía no ha habido ninguna pareja, pero seguro que la habrá en la última fiesta que vamos a hacer, porque hay algunos que se gustan», asegura Catherine, de 17 años y una de las estudiantes eslovacas. «A mí no me ha gustado ninguno porque tengo novio en mi país», apostilla.
Aprender a relacionarse
«Los chicos disfrutan mucho, se cogen un gran cariño y aprenden a relacionarse con jóvenes de su misma edad pero de otra cultura. Entre ellos hablan en español porque el instituto eslovaco es bilingüe. De hecho, muchos de los alumnos de allí terminan estudiando la carrera en la Universidad de Granada», explica Luis Sanabria, profesor de Biología del IES San Roque y uno de los encargados de realizar la actividad, puesto que hace unos años estuvo dando clases en el instituto eslovaco con el que han realizado el intercambio.
El próximo mes de abril dieciséis alumnos pacenses de Bachillerato, que tienen entre 16 y 19 años, les devolverán la visita. «De este modo nuestros chicos también aprenderán a perderle el miedo a salir al extranjero, a saber desenvolverse y convivir con otras familias, puesto que se quedarán en casa de las chicas eslovacas», subraya Sanabria.
Esta actividad se enmarca dentro del proyecto Comenius, potenciado por la Unión Europea, que les ha concedido una subvención de 12.000 euros. Además, la Consejería de Educación ha aportado unos 1.700 euros. «El proyecto es por dos años, de manera que la idea es repetir el intercambio el próximo curso pero con estudiantes distintos, para que otros tengan una oportunidad».
En este intercambio los alumnos participantes han tenido que aportar 100 euros para poder realizar la visita a Eslovaquia. «Los padres son los que más van a llorar el día de la despedida porque les da mucha pena que se vayan», asegura María Jesús Penco, profesora de Francés del IES Zurbarán. Este centro también se encuentra actualmente de intercambio cultural. En este caso, 33 chicos franceses y 15 alemanes han convivido durante algo más de una semana con las familias de los alumnos pacenses. Ayer, la comunidad educativa quiso hacerles una despedida oficial a los visitantes con comida típica española. «Los padres han preparado tortilla de patatas, croquetas y empanadas», indicaba Penco.
«Con los alumnos franceses se comunican en francés y con los alemanes en inglés. La verdad es que los chicos se sueltan enseguida. Este instituto tiene una gran tradición en cuanto a intercambios y se trata de una experiencia muy enriquecedora. Pretendemos que siga siendo así», apunta esta profesora.
Entre 12 y 18 años
Los estudiantes que participan en este proyecto pertenecen a ESO (Enseñanza Secundaria Obligatoria) y Bachillerato y tienen edades entre los 12 y los 18 años. «Los que participan en el intercambio alemán ya han estado allí, ahora nos toca a los de francés irnos de visita. Nos marchamos el próximo miércoles y la verdad es que los chicos están muy ilusionados».
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