Borges y el nazismo: Sur (1937-1946)
Autor: Antonio Gómez López-Quiñones
Editorial: Universidad de Granada
Número de páginas: 236
Fecha estreno: 16/01/2006
Interesante trabajo de crítica literaria que se inscribe en la larga serie de obras exegéticas sobre uno de los escritores más relevantes de las letras argentinas y universales: Jorge Luis Borges. La relación de Borges con el nazismo es importante no solamente por ser éste último uno de los más grandes traumas de la historia de la humanidad, sino también por razones de carácter biográfico. Muchos se han extrañado de que un autor de tal envergadura, que recibió en vida el reconocimiento de su consagración a la literatura siendo investido doctor honoris causa por prestigiosas universidades del mundo entero, no hubiera sido reconocido por los vocales de la academia sueca merecedor del premio Nobel.
Son varias las razones que se barajan, todas ellas de carácter extraliterario. En primer lugar, hay que destacar que Borges, tras haber atravesado en su tierna juventud una etapa del entusiasmo comunista -el mismo se refirió más tarde a este período de su creación literaria como la etapa del error ultraísta-, fue adoptando posiciones más moderadas, impulsado por un escepticismo respecto de las novedades, que acabaría desembocando en un conservadurismo que le llevaría incluso a afiliarse al Partido Conservador. Llegó a confesar explícitamente su escepticismo respecto de la democracia, haciéndose célebre su frase: la democracia es un extraño abuso de las estadísticas. En su momento, ello no debió agradar al tribunal sueco que estudiaba su causa, cuyos miembros no eran capaces de superar la corrección política.
Por otro lado, debemos destacar que, aunque Borges aborrecía sinceramente al general Perón, muchos le reprocharon su actitud benévola frente al dictador general Videla. A estas actuaciones políticamente incorrectas podemos sumar aun su negación a condenar el régimen del general Pinochet.
Y, aunque hoy se alcen voces que asocien este tipo de actitudes y el pensamiento conservador como cercanos a posiciones nazis (olvidando de que el nazismo, o sea, el nacional socialismo era una doctrina revolucionaria y, en este sentido, todo menos conservadora, ya que se proponía crear un mundo nuevo y un hombre nuevo), es sumamente interesante ver cómo este libro demuestra el radical rechazo del nazismo por parte de Borges, aportando argumentos rigurosos y ejemplos convincentes.
En primer lugar, este rechazo se hace evidente por su intensa colaboración con la revista Sur, donde Borges publicó varios artículos y ensayos sobre el tema entre los años 1937 y 1946. En el presente libro, Antonio Gómez contextualiza acertadamente la aparición de estos artículos informando al lector de que en dichos textos se arremetía contra el régimen argentino, que en aquella época simpatizaba con la causa nazi viendo en su estrategia un modelo a seguir para conseguir la deseada unidad nacional de Argentina (véase p. 12). Por lo tanto, la propuesta antinazi de la revista Sur no era tan sólo un ejercicio literario e intelectual, sino una resistencia cultural y política frente a las tendencias nazis del régimen argentino. En el primer artículo de Borges, fechado en el año 1937, el escritor explícitamente resume los objetivos de esta actividad ensayística: Si queremos evitar que el problema racial –y concretamente el antisemitismo- adquiera entre nosotros la misma monstruosa significación que en los países totalitarios, debemos exponerlo al pueblo con toda claridad. (p. 94)
Además de los artículos publicados en la revista Sur, A. Gómez incluye también en este volumen un esclarecedor análisis del relato de Borges titulado Deutsches Réquiem que, a su juicio, constituye la culminación de las reflexiones teóricas sobre el Nazismo. Entre la gran complejidad de cuestiones filosóficas y psicológicas abordadas en este particular estudio literario del personaje de un Nazi paradigmático comandante de un campo de concentración, Otto Dietrich zur Linde, destaca el conflicto interior que vive este personaje-narrador en torno a lo que él llama la tentación de la compasión. En concreto, se trata de la compasión por el poeta judío David Jerusalem, a quien el cultivado militar había admirado por su gran talento literario. Como en otros muchos relatos, Borges demuestra su gran erudición filosófica al manejar con esmero ideas de Nietzsche, introduciéndolas en el proceso mental del protagonista: La piedad por el hombre superior –afirma el comandante en sus confesiones previas a la ejecución por crímenes de genocidio- es el último pecado de Zarathustra. Casi lo cometí (lo confieso) cuando nos remitieron de Breslau al insigne poeta David Jerusalem.. Según aclara A. Gómez el sentimiento de la piedad, enconadamente combatido por Nietzsche (sobre todo en La genealogía de la moral) realmente constituía un problema grave para el aparato propagandístico de los Nazis, tal como lo podemos observar en el discurso de Himmler a los altos oficiales nazis pronunciado en el año 1943, citado ampliamente en el presente volumen. No obstante, lo que según el crítico convierte esta obra en una pieza excepcional dentro de la vasta producción de ficción filosófica borgesiana es -aparte del objetivo ideológico y pedagógico mencionado más arriba- la exploración psicológica de las ambivalencias y de las motivaciones ocultas del protagonista Nazi que le llevan a cometer numerosos abusos y vicios, tanto discursivos como morales, presentes en sus confesiones (p. 179).
En conclusión, es un libro que sin duda alguna merece ser recomendado no sólo a los numerosos lectores de Borges, sino a todos los que interés por entender la compleja maquinaria filosófico-propagandística del totalitarismo nazi.