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Universitatis granatensis

miguel hagerty

Universitatis granatensis

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La Universidad de Granada siempre ha sido uno de los motores principales de la economía de la ciudad; de hecho, durante largos años fue el único motor ya que La Alhambra aportaba considerablemente más ingresos a la industria turística de Málaga que de Granada. Por otra parte, ya se empieza a notar la contribución económica de Sierra Nevada… justo cuando se vaticina que dejará de nevar dentro de pocas décadas.
Pero, desde 1531, la uni no ha dejado de arrimar el hombro a la creación y aportación de riqueza. Sin embargo, Universidad y ciudad tradicional inexplicablemente han vivido de espaldas la una de la otra durante largas etapas. Es como si hubiera dos sociedades en un solo espacio.

No obstante, últimamente se divisan en el horizonte indicios de cambio en esta actitud no muy loable que digamos. Desde hace mucho tiempo ya el Vicerrectorado de Estudiantes promueve una variedad muy rica de participación estudiantil en la vida socio–laboral de Granada. Desde prácticas en empresas hasta atención a ciudadanos mayores, los ruidosos alumnos participan mucho más de lo que algunos parecen dispuestos a pensar.

Y ¿qué decir del Aula Permanente de Formación Abierta, que abarca, entre otras acciones plenamente sociales, la Asociación de Alumnos Universitarios Mayores? Poner toda la potencia docente de la Universidad al servicio de cualquiera que tenga ganas de estudiar no es precisamente dar la espalda a la ciudad.

Por otra parte, resulta gratificante ver cómo los ciudadanos de a pie empiezan a hablar con cierta soltura de temas tan complejos como la investigación sobre células madre. Con cierta soltura y cierto orgullo de su Universidad.

Y ahora vienen los informáticos de Telefónica. Leo en Granada Hoy que pronto más de 200 investigadores de élite se instalarán en Granada. Puede que el lector no acostumbrado a estos menesteres necesite una matización sobre esta gran noticia. La diferencia entre un investigador de élite y un investigador normalico de la Universidad de Granada es que aquél dispone de fondos suficientes para llevar a cabo su actividad científica y éste, no.

La producción científica de nuestra Universidad, en prácticamente todos los campos del saber, considerada en relación con la inversión que desde Sevilla o Madrid se hace, no es que sea asombrosa, es francamente milagrosa. En número de patentes, libros, nuevos doctores y otros muchos indicadores de calidad y cantidad investigadoras la Universidad de Granada queda en muy buen lugar entre todas las universidades europeas, no sólo las españolas, gracias a la heroicidad de nuestros investigadores de élite. Debe ser fuente de admiración continua por parte de los ciudadanos. De todos, hasta los de la Plaza del Carmen.

La correctísima respuesta del vicerrector de Estudiantes a los obsesivos comentarios del alcalde acerca de qué hacer con el famoso botellón es una obviedad más que repetida desde el Hospital Real. El alcalde debería echarle más imaginación; igual que los investigadores de su Universidad.

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