El aficionado al rugby recordará al mítico capitán de la selección argentina Agustín Pichot. Luego de ganar a Francia en casa en la apertura del Mundial 2007, en plena algarabía Puma, el ‘9’ bajó la euforia de los suyos con una frase ya histórica en este deporte: «Recién empieza». Una cita que resume todo. «Estuvo bien pero no hicimos nada aún», viene a decir.
El Universidad de Granada recién empezó ayer todo. Al fin consiguió la primera victoria de la Liga. Diez partidos ha costado, muchas horas de entrenamiento y de trabajo para encontrar una recompensa que el rugby le debía al equipo. Pero lo que «recién empieza» es la batalla por la salvación. Este era el partido a ganar y así se hizo. Los universitarios ya están a un punto de la permanencia directa, con toda la segunda vuelta por delante y recibiendo a los rivales directos.
Ayer cayó el primero. Había cuentas pendientes con el Ingenieros Industriales y vaya si se las cobraron los de Manolo Conde. Y eso que el partido empezó fatal. Pese a que el ‘Uni’ fue más profundo, en la primera que tuvieron los madrileños la hicieron. Escapada por el lado del ala y ensayo del apertura. De libro (0-5).
Saltaron los fantasmas de inmediato y el silencio se apoderó de la poblada grada de Fuentenueva. Pero el Universidad de ayer fue otro, más profundo y menos plano, con una defensa brillante (Palomino, Jurado y Sylvain, tremendos en el placaje), y con el sobresaliente debut del juvenil Jorge Pérez, que cuando mejore en las patadas a palos, será de matrícula de honor.
La delantera, encima mejoró, algo inaudito sobre el barrizal de ayer. Conservaron todas sus melés a favor, robaron una y ganaron quince touches de dieciséis lanzadas. Superó siempre a la de Industriales, más pesada. Así se remontó el partido, con dos ensayos de maul y empuje hasta la zona de gol (10-5, 31′). Era tal la seguridad del ‘Uni’ que el drop del 10-8 fue una anécdota. Tres minutos después, Quitián ensayaba el 15-8.
En la segunda parte el Universidad no pasó apuros. Los madrileños sólo hicieron daño a falta de cinco minutos. El resto pasó siempre en el campo del ‘Indus’ y, así, es más fácil marcar puntos. Valentín encontró un nuevo intervalo en la línea roceña para posar el try que daba el bonus ofensivo al Universidad. En el 64′, Gustavo, por el lado derecho del ala, hacía que la grada de Fuentenueva vibrara (25-13). El ‘Indus’ descontó pero el ‘Uni’ lo tenía todo encauzado.
Esto recién empieza. Una segunda vuelta para salvarse. Eso sí, ya sin el portugués Rafa. Se le acabó la Erasmus, pero se va con buen sabor de boca.