¿Qué supone para una ciudad como Granada recibir cada año unos 3.000 estudiantes extranjeros? ¿Es rentable están en cabeza de los programas de movilidad como emisor y receptor de universitarios? El coordinador del Campus de Excelencia Internacional (CEI-Biotic) de la Universidad de Granada y responsable del Estudio del impacto económico de la Universidad de Granada en su entorno, Teodoro Luque, que se presentó en 2009 ya concluyó que los estudiantes internacionales gastaban más que los estudiantes nacionales. De media, en 2009, cada uno de los estudiantes foráneos que estudiaban en las aulas de la UGR gastaban al año más de 7.000 euros.
Fuentes del Vicerrectorado de Relaciones Internacionales y Cooperación Internacional de la UGR aseguran que «en 2013 esa cifra puede estimarse en aproximadamente unos 8.000 euros anuales».
Calculadora en mano y siempre según la estimación ofrecida por la UGR, estos 3.000 estudiantes dejarían en Granada unos 24 millones de euros.
«Estos estudiantes tienen que alquilar un piso, realizan la compra diaria, se apuntan a un gimnasio, van al cine, al teatro… y que por tanto el gasto económico que revierte en la ciudad es muy importante», indican las mismas fuentes. No es sólo el gasto diario que realizan estos alumnos, también se ha analizado que las estancias tienen ‘consecuencias’ económicas aun después de haber finalizado. «Es bastante frecuente que, años después de haber estudiado en la UGR, regresen a la Universidad granadina para continuar sus estudios o simplemente vuelven a visitar Granada con sus familias por el recuerdo imborrable que se llevaron durante sus estancias. Y ese recuerdo suelen transmitirlo boca a oreja a sus amigos, familias y compañeros, convirtiéndose en auténticos embajadores de la UGR, de la ciudad y de la provincia», indican desde el Vicerrectorado.
Así las cosas, «desde la UGR queremos destacar que también hay que valorar no solo el dinero que eso supone para esta ciudad y para la región, sino las ventajas no materiales que supone tener una universidad con aulas multinacionales, multiculturales, multirraciales, multirreligiosas, multilingües…». Tal cantidad de estudiantes extranjeros colocan a la UGR como «una de las universidades europeas más cosmopolitas».
No sólo vuelven a Granada para visitar la provincia como turistas. Los hay que también «cambian de planes» y tras finalizar su año en la UGR » quieren quedarse a finalizar sus estudios o a continuar un máster o un doctorado. Ocurre más de lo que nos podemos imaginar», indican desde la Universidad. «Tenemos ejemplos de estudiantes que son hoy en día profesores de la UGR. Otros son trabajadores internacionales en la UGR, lo cual es una auténtica satisfacción para nosotros, por todo lo que eso significa».
Pero, ¿por qué Granada? «Hay estudios que afirman que la decisión sobre el destino académico de un estudiante se basa en el prestigio global de la universidad a nivel internacional y nacional, el posicionamiento de la universidad en la rama correspondiente, el perfil de universidad (por ejemplo, si se trata de una universidad con una fuerte investigación), el precio de la matrícula, el idioma en el que se imparten las clases, el entorno cultural y de naturaleza que posea esa universidad, el coste de la vida, etcétera».
En el caso de la UGR, se enumera desde el Vicerrectorado que posee una de las mayores ofertas académicas de toda Europa, tanto en grado como en posgrado; está muy bien posicionada en los rankings nacionales e internacionales; posee la mención de Campus de Excelencia Internacional, destaca en muchas disciplinas científicas; posee una actividad cultural intensa durante todo el año o que los precios de sus matrículas son competitivos.
Una combinación que, a tenor de los números que exhibe la Universidad, resulta ganadora a la hora de atraer estudiantes. La UGR cuenta con 800 instituciones socias de las que proceden esos 3.000 estudiantes foráneos. «Son universidades socias y amigas que nos conocen, que confían en nosotros y eso ayuda a que desde las propias universidades socias nos recomienden a sus estudiantes». Otro punto a favor está en las redes sociales, que, según reconocen, «también están ayudando mucho».
