– Una escultura que mira al cielo recordará a Elena en la ciudad.
Elena quería acariciar el cielo, rozar las nubes y fundirse con las estrellas. Sus versos viajaban hacia lo más alto buscando la eternidad, lo que había más allá de lo que se podía ver a ras de suelo, y su recuerdo quedará ahora permanentemente abrazado con el cielo desde el rincón donde entregó tantas tardes a la poesía. El joven escultor sevillano Ismael González ultima ya los detalles del reto más importante al que se ha enfrentado nunca: una escultura dedicada a la memoria de Elena Martín Vivaldi situada en el parterre que vigila al antiguo Café Suizo en Puerta Real y que será el gran testigo que permanecerá en la ciudad para recordar para siempre el centenario de la poeta.
La escultura, que fue encargada hace unos meses por la comisión que organiza los actos del centenario de la poeta, representa un ala que se eleva hasta el cielo. Se trata de un ala abstracta y sintética con la que quería profundizar en la idea de levedad y de vuelo que sugiere su poesía, explica su autor, quien ha profundizado en la figura y en la obra de Elena Martín Vivaldi a través de sus libros de poesía y de largas charlas y entrevistas con el comisario del centenario, Antonio Carvajal, y numerosos amigos y poetas que compartieron confidencias con ella.
La obra final medirá alrededor de dos metros y medio de altura y estará realizada en bronce, apoyada sobre un pedestal de metal en el que se pueden leer grabados unos breves versos pertenecientes al poema Aparición: Gracias por la liviana transparencia en luz de aire.
Ismael González fue el artista elegido para llevar a cabo el proyecto después de repasar su currículum, donde destaca el Premio Alonso Cano de Escultura de 2005 que otorga la Universidad de Granada y la instalación de otra escultura al aire libre en la localidad almeriense de Macael que representa un torso femenino. Precisamente, la intención de la comisión era buscar a un artista joven que interpretase con una visión moderna la poesía de Elena Martín Vivaldi y pudiese regalar para la ciudad un perfil más vanguardista.
La escultura que he creado combina formas cóncavas y convexas que crearán, cuando esté al aire libre, juegos de luces y matices muy interesantes. Remitirá al vacío, a los silencios y a la fugacidad de la existencia dejando una puerta abierta a la esperanza. Elena y su poesía podían parecer tristes, pero albergaban dentro mucha luz, cuenta González.
El armazón de la escultura ya está finalizado por completo. Queda, por tanto, concluir el modelado y terminar el molde para llevar a cabo la fundición. La instalación de la escultura en Puerta Real se llevará a cabo dentro de unos meses como una de las grandes apuestas de la comisión del centenario para dejar como legado para la ciudad un testigo que recuerde para siempre la poesía que dejó como regalo Elena Martín Vivaldi.
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