– Un inmigrante aporta a las arcas públicas 1.214 euros más de media que un andaluz
La Fundación Caja Rural publica un estudio en el que se desvela el impacto positivo que ha tenido el aumento de inmigrantes en España sobre la economía del país
La población inmigrante de Andalucía arrojó un saldo positivo de 1.583 euros por persona en 2005, frente a los 369 euros de los nativos, lo que acaba con cualquier duda sobre la aportación positiva de la inmigración al saldo presupuestario de las Adminsitraciones Públicas.
Así lo pone de relieve La inmigración y sus efectos económicos en las regiones españolas, un estudio publicado por la Fundación Caja Rural y realizado por el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Granada, Miguel González, que fue presentado ayer en un acto en el que intervino la consejera de Gobernación, Clara Aguilera y el presidente de la entidad financiera, Antonio León.
El informe desvela los efectos positivos que en términos de PIB y renta per capita ha provocado la llegada de inmigrantes al país. Por ello, el autor de la obra advierte sobre la necesidad de que las políticas económicas y sociales no constituyan un obstáculo a la integración de los inmigrantes, sino que deben aprovechar el potencial de esta población para impulsar el crecimeinto.
En cuanto al empleo, el estudio asegura que los inmigrantes han ocupado puestos de trabajo que, en otro caso, hubieran sido difíciles de cubrir con mano de obra nativa. Respecto a este aspecto, Andalucía es la comunidad espñaola que más ha visto crecer su tasa de empleo de la población extranjera, con 5,5% de incremento desde 2001 a 2006. De cada 100 inmigrantes, 70 están ocpuados y sólo 9 se encuentran en paro.
También los envíos de remesas de los inmigrantes al extranjero ha contribuído a la economía regional. De hecho, según las estimaciones del Banco de España, el envío de capital al exterior oscila en Andalucía en torno a los 315 millones de euros en 2007.
Todo ello conlleva que la población extranjera se convierta en un factor esencial del crecimeinto del PIB, especialmente en aquellas regiones donde se ha producido un aumento poblacional de inmigrantes. Concretamente, en Andalucía se detectó un incremento de inmigrantes empadronados del 20,8% de 2001 a 2006, rozando los 500.000 estranjeros. Esto convierte a la comunidad autónoma en la cuarta región en población extranjera, con un 11,8% de inmigrantes, tras Cataluña (con un 22%), Madrid (con un 19%) y Valencia (con un 16,1%).
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