Un experto cree que las obras han acelerado el deterioro de los olmos
José Tito Rojo asegura que se podría conservar una veintena de árboles, pero que tendrían que ser sometidos a una estrecha vigilancia
miguel rodríguez
seguridad. Muchos de los olmos han tenido que ser apuntalados.
GUADALUPE S. MALDONADO
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granada. El conservador del Jardín Botánico de la Universidad de Granada, José Tito Rojo, aseguró ayer que las obras han acelerado los problemas sanitarios y de estabilidad de las dos alineaciones de olmos siberianos de la Avenida de la Constitución y que, de no haberse ejecutado, los ejemplares que ahora entrañan un grave riesgo de caída, habrían aguantado más.
Sin embargo, el experto, que se mostró conforme en gran medida con el estudio encargado por el Ayuntamiento al botánico Manuel Casares, aseguró que el verdadero problema no es de las obras, sino de los propios árboles, ya que se trata de una especie totalmente inadecuada para ambientes urbanos.
Tito Rojo aseguró que hay muchos árboles que están directamente para ser sustituidos y existen algunos, los veinte o treinta que no están plantados cerca de los edificios, que podrían sobrevivir.
Sin embargo, la conservación de los pocos olmos sanos de la Avenida de la Constitución, según el experto, sería sólo temporal y exigiría una gran vigilancia por parte de los técnicos municipales, que, además de instalar un sistema de sujeción, tendrían que someterlos a análisis periódicos y a podas excesivas. Con todo, José Tito garantizó que las condiciones sanitarias y de estabilidad del arbolado obligarían a quitarlos dentro de quince años o a sustituirlo progresivamente, como se ha venido haciendo con la mayoría del arbolado de la ciudad, en el plazo de cinco o seis años.
Por tanto, según el conservador del Jardín Botánico, el verdadero problema, descubierto por las obras de remodelación de la avenida, no es que se hayan cortado las raíces, sino que éstas están enrolladas entre sí por no tener alcorques espaciosos que permitan que el árbol se agarre a la tierra. Así, cuando se levantaron las aceras para llevar a cabo las obras, se acentuó el problema de estabilidad de los árboles.
José Tito indicó que todo hubiera sido mucho más fácil si se hubiera realizado un informe técnico previo al comienzo de la reforma de la Constitución. Hubiera sido prudente y sensato que el Ayuntamiento hubiera llamado a paisajistas antes de empezar, indicó Tito. Sin embargo, aseguró que esto no habría solucionado la situación de los olmos, que es consecuencia directa de un deficiente sistema de plantación.
De hecho, el experto destacó que no sólo la masa forestal de la Constitución sufre problemas, sino que, por el contrario, todo el arbolado urbano de más de veinte años está en condiciones muy dudosas. El conservador recordó que hace aproximadamente diez años se realizó un estudio que ponía en entredicho la resistencia y la viabilidad de la supervivencia de más del 60 por ciento de los árboles de la ciudad.
Si se estudiara fríamente la situación del arbolado nos llevaríamos muchos sustos, afirmó, añadiendo que, en su opinión, un gran porcentaje de los árboles de la ciudad está para quitarlo.
El experto botánico y paisajista lamentó que el problema de la masa forestal de la Avenida de la Constitución se utilice para crear polémicas políticas y que no se lleve a un nivel estrictamente técnico, por lo que recomendó que el Ayuntamiento encargue otros informes que ratifiquen el de Casares. No es un problema ni de derechas ni de izquierdas, es un caso de seguridad, opinó.