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Un centenar de estudiantes de la UGR debate los derechos y deberes del futuro Estatuto

Conseguir que los 56.000 alumnos que hay matriculados en la Universidad de Granada conozcan los derechos y deberes que ha perfilado el Gobierno en el último borrador de los Estatutos de Estudiantes es el objetivo de las primeras jornadas de representación estudiantil que comenzaron ayer en el Edificio Politécnico y que continuarán hasta mañana. Los encargados de difundir los contenidos serán el centenar de alumnos que se ha inscrito en dicho encuentro y que servirá también de transmisores de las inquietudes que asolan a la comunidad estudiantil hoy en día.

Bajo el lema Conociéndonos, la vicerrectora de Estudiantes de la UGR, Inmaculada Marrero, dio ayer a conocer el contenido del último borrador «que ha recogido el 95% de las reivindicaciones que expresamos desde las universidades cuando el ministerio confeccionó el primer texto», dijo durante el debate. Marrero asegura que en unos meses estará listo el documento final, «consensuado por todos», que luego quedará en manos de Justicia para que lo traduzca en una norma con el carácter sancionador de los Estatutos.

Un antiguo delegado estudiantil, actualmente decano de la Facultad de Derecho de la UGR, Juan López Martínez, quiso profundizar aún más en la importancia de los primeros Estatutos estudiantiles y lanzó una cuestión a los asistentes: «¿Seremos capaces de garantizar los nuevos derechos y deberes de los estudiantes o nos vamos a conformar con un simple listado de normas blancas?». El problema ahora es determinar a qué institución o administración le corresponderá ser el avalista de lo que se determine en el documento, es decir, que no se quede en papel mojado.

Para el coordinador general de Estudiantes, Mario Sastre, estas jornadas son un buen punto de partida para hacer una cantera de representantes universitarios. Con 28 delegados de centro, la Delegación General de Estudiantes de la UGR se ha marcado como reto conseguir que los alumnos se sientan representados por sus delegados estudiantiles.

El defensor universitario, Enrique Hita, buen conocedor de las preocupaciones de los estudiantes, reparó ayer en la dificultad que entrañarán dos derechos recogidos en el borrador: el que permite ser un estudiante a tiempo parcial y el que da la opción de elegir grupo. «Volver a tener estudiantes libres, como ya recoge el nuevo grado de Derecho a tiempo parcial, puede presentar problemas, sobre todo si la máxima de Bolonia es la evaluación continua», dijo Hita, que recordó que el 81% de las protestas que se tramitaron en 2009 a la Oficina del Defensor Universitario fue de estudiantes.

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