Al son de la música de Michael Jackson y su Thriller, los alumnos del Centro Ocupacional Purísima Concepción bailaron ayer junto a los alumnos de la Facultad de la Actividad Física y el Deporte. Y es que, para ser feliz basta con muy poco, simplemente un baile en compañía y que los familiares se sientan orgullosos. Esto fue lo que se vivió ayer en el gimnasio de esta facultad, todos unidos con un mismo fin: el de sentirse protagonistas por un día.
Esta iniciativa surgió a raíz de una asignatura troncal de primer curso, Fundamentos rítmicos del deporte, que imparte la profesora Belén Rueda Villa y que, como trabajo de clase tuvo la idea de sacar del aula universitaria a la realidad social aquellos contenidos que han trabajado. Con este objetivo nace este proyecto que han llamado Proyecto creativo para danza y discapacitados. Según esta profesora, «muchos alumnos han encontrado con esta actividad su vocación, en primer curso, y estamos muy orgullosos».
Este proyecto se ha llevado a cabo con la colaboración de Fermín Álvarez, psicomotricista del centro ocupacional, que asegura que la discapacidad no es una barrera, sino que es posible superarse cada día. Los contenidos que los alumnos de la Facultad de la Actividad Fisica y el Deporte han aportado antes de realizar la coreografía son muy importantes: desarrollar la capacidad de identificar, expresar y regular las emociones a través del cuerpo, corporeizar aquello que se siente, el ritmo, la memoria coreográfica, la interacción grupal y sobre todo y quizás lo mas importante, el hecho de poder disfrutarlo todos juntos.
Según la coordinadora del Centro Ocupacional Purísima Concepción es la primera vez que esta institución se relaciona con otra, en este caso la Universidad de Granada, para este tipo de actividad y la experiencia ha sido muy positiva entre ambas partes. Es por esto que gracias al resultado tan positivo del proyecto piloto, se piense en un convenio entre ambas instituciones y crear un programa extensivo en la facultad (no solo en esta asignatura), para que los alumnos puedan ir formándose y las personas con discapacidad que participan se puedan expresar en un contexto diferente al que están acostumbrados, con el fin de poder implicarse en actividades donde demuestren la superación cada día.
Un esfuerzo que se ve recompensado a través de las actuaciones como la de ayer, donde no faltaron risas, abrazos, y por supuesto, nervios ante los presentes que allí se congregaban. Una muestra real de que son capaces de mucho mas de lo que ellos piensan.