– Técnicos sanitarios piden la urgente desinfección de Ciencias del Trabajo.
El Servicio de Riesgos Laborales de la Universidad recomienda fumigar las dependencias donde están encerrados los anti Bolonia desde hace tres semanas.
Desinfectar y desinsectar cuanto antes el aula 3 de la Facultad de Ciencias del Trabajo donde se mantienen encerrados desde hace 21 días los estudiantes que integran la plataforma anti Bolonia y no permitir la entrada de animales al interior del edificio. Éstas fueron las dos recomendaciones que realizó ayer el Servicio de Riesgos Laborales de la Universidad de Granada al decanato de Ciencias del Trabajo, tras efectuar una inspección por una posible plaga de pulgas y garrapatas denunciada por los estudiantes y trabajadores del centro.
A las diez de la mañana de ayer un grupo de técnicos sanitarios acudió al área universitaria para analizar las instalaciones y certificar las condiciones de higiene.
Según el decano de Trabajo, Antonio Delgado, los técnicos mantuvieron una reunión con el personal de administración y el de limpieza de la Facultad, en total unos 15 trabajadores, para informarse de las incidencias contra la salud pública que han podido ocurrir en los 21 días que dura el encierro.
La pasada semana, profesores, estudiantes y trabajadores de la Facultad se negaron a entrar en el centro alertados de la posible existencia de pulgas y garrapatas. En 21 días de encierro no han dejado entrar a las limpiadoras en el aula donde se hacinaban los jóvenes, argumentaba ayer Delgado. Al parecer, los estudiantes se comprometieron a limpiar ellos mismos la clase que ocuparon el pasado 13 de mayo, la de tercero de Relaciones Laborales, pero según el decano sólo limpiaron los tres primeros días. Los jóvenes trajeron mantas y colchones para dormir en el aula, hornillos de fuego para cocinar, comida y enseres necesarios para mantener la ocupación día y noche.
El personal de limpieza y los compañeros de administración se quejaron de que los integrantes de la plataforma entraban en el aula con perros, utilizaban los servicios tanto hombres y mujeres sin distinción de sexos y nunca limpiaban la basura.
Ayer por la mañana, advertidos de la llegada de los técnicos sanitarios, el grupo de estudiantes encerrados ordenó y limpió el habitáculo. Aun así, el Servicio de Riesgos Laborales recomendó al decano que no permita más la entrada de animales al centro universitario y que desinfecte y desinsecte el aula 3 (donde protagonizan el encierro), la sala de estudios y todos los servicios del edificio.
El problema está en que, para poder desinfectar, los estudiantes tienen que suspender el encierro, una medida que, al cierre de esta edición, seguían sin tomar; o ser desalojados por la fuerza, cuya orden sólo está en manos del rector.
Si deciden continuar con la ocupación esto se escapa de las manos del decanato, afirma Delgado.
Mientras se decide adoptar alguna medida, la Facultad de Ciencias del Trabajo continúa con la misma actividad: universitarios, docentes, bedeles, administrativos y limpiadoras siguen haciendo uso de unas instalaciones que el Servicio de Riesgos Laborales ha instado a que se fumiguen cuanto antes. Además la Facultad, que normalmente está cerrada por las noches, precisa de la vigilancia de dos guardas jurado, porque los integrantes de la plataforma tampoco permiten el cierre del edificio.
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