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«Si tiene vergüenza, el alcalde se irá cuando demuestre que llevo razón»

El regidor asegura que la auditoría, que anoche se debatió en el pleno, sitúa al municipio como ejemplo a seguir en Andalucía por su alto grado de inversión y ejecución presupuestaria y su baja presión fiscal.

El Ayuntamiento de Gójar vivió ayer un pleno marcado por la presentación, por parte del equipo de gobierno, de la auditoría realizada por la Universidad de Granada que desvela unas supuestas irregularidades contables durante el mandato de Francisco Maldonado, que finalizó tras las últimas elecciones municipales. El ex regidor sigue insistiendo en que esa auditoría ha sido tergiversada por los socialistas y asegura que terminará demostrando su inocencia, aunque sea llegando a la vía judicial.

– Dice usted que la auditoría no es exacta. ¿En qué se equivoca?

– En realidad tampoco sé si es una auditoría, porque no lo pone en ningún sitio. Es un informe sin firmar, lo cual ya es raro, que encargó por su cuenta el actual equipo de gobierno sin someterse al pleno, que meses antes había aprobado por unanimidad una auditoría a la Diputación. Este informe que ahora han presentado tiene dos partes: un estudio económico y financiero y otro sobre legalidad. Esa última parte no la puedo suscribir, fundamentalmente porque se refiere al año 2007 y ahí sólo tuve responsabilidad como alcalde durante cinco meses. Estoy esperando a que trasciendan los resultados de los otros siete. Pero sobre la parte económica no tengo ninguna queja. Es más, la suscribo por completo, porque de hecho pone a Gójar como ejemplo de buena ejecución y de grado de ejecución de sus presupuestos no sólo en la provincia, sino en Andalucía. Esa parte del informe se refiere al periodo 2003-2006 y destaca, entre otras cosas, que la deuda viva del Ayuntamiento es del 1,4% de su presupuesto, cuando lo normal es que se supere el 20%, que la presión fiscal es muy inferior a la media andaluza para municipios de nuestro tamaño o que el capítulo de inversiones, en el año 2005, superó en Gójar a los de servicios y personal. ¿Cómo no voy a estar satisfecho con esos datos?

– ¿Entonces qué hay de esas supuestas facturas sin justificar por valor de 2,2 millones?

– He pedido una copia certificada de cada uno de los documentos que se han expedido. Lo hago para demostrar que el PSOE ha mentido, porque habla de partidas sin consignación presupuestaria, demostraré que tengo razón. Y si no me dan la documentación en el Ayuntamiento (que alguna me la están negando) la solicitaré por la vía judicial.

– No es el único embrollo en el que se ha visto envuelto últimamente. En los últimos meses se le ha atribuido un delito medioambiental, por el que el fiscal le pide cuatro años de cárcel, un convenio urbanístico con un familiar, supuestas irregularidades que ponen en peligro el PGOU…

– La mayoría de esas cosas están en el juzgado y ahí se decidirá. Lo único que puedo decir es que cada actuación urbanística que se ha hecho en este municipio ha contado con los informes técnicos y jurídicos favorables. Lo puedo demostrar con documentación que los mismos socialistas me han facilitado.

– Supongo que, además de las críticas que le han llegado, le habrá molestado el tono a veces empleado y la impresión que hayan podido causar en los ciudadanos.

– El pueblo está dividido en eso; hay gente que se cree todo esto y otra que no. En los últimos días he recibido muchísimas llamadas de apoyo. Pero sí, me duele que el alcalde diga que tiene una escoba para limpiar la suciedad de Gójar… La escoba le va a hacer falta a él, pero para otra cosa. Todo lo que están diciendo sobre mí va a tener consecuencias jurídicas y políticas.

– ¿Pedirá entonces la dimisión de Clavero, como él ha solicitado la suya?

– No creo ni que tenga que hacerlo. Cuando se demuestre que tenga razón, él mismo, si tiene vergüenza, se irá solo.

– Usted sí admitió que, en el caso del pabellón, hubo problemas técnicos y se atribuyó parte del error.

– El pabellón se hizo en tres fases y la última de ellas tenía un presupuesto de 600.000 euros para el año 2007. El 8 de mayo de ese año, la empresa presenta una liquidación que supera en 400.000 euros esa cantidad. El secretario municipal me pide que no paguemos, aunque en el Ayuntamiento había dinero. Yo no sé por qué se hizo más obra de la contratada ni de quién fue la responsabilidad. Es posible que en parte sea mía, que tendría que haber estado más vigilante y darme cuenta de ese aumento del gasto en la obra. Si tengo que asumir esa responsabilidad, desde luego no la voy a eludir. Pero la empresa hizo más obra de la que tenía consignada y se supone que el director técnico autorizó eso, así que hay más responsabilidades. De todas formas, es un problema que tenía arreglo. En Gójar era la primera vez que pasaba eso, pero es más o menos habitual en otros sitios. En esos casos, lo que procede es aprobar una modificación del proyecto, llevar las bases de licitación al pleno, crear una mesa de contratación, adjudicar el nuevo… Pero llegaron las elecciones y no se hizo. Debió hacerlo después el gobierno entrante, pero en vez de ello ha sacado la denuncia en la prensa. No sé por qué lo ha hecho, pero sí que voy a demostrar que han mentido.

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