Elecciones2015 «Quiero poner a la UGR entre las mejores con lo que nos diferencia»
Pilar Aranda, con el 68% del voto, obtiene una contundente victoria sobre Indalecio Sánchez-Montesinos Los estudiantes sorprenden por el incremento de su participación
LOLA QUERO GRANADA | ACTUALIZADO 28.05.2015 – 01:00
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La catedrática Pilar Aranda será rectora de la Universidad de Granada durante los próximos cuatro años, tras conseguir un triunfo electoral incontestable en las elecciones celebradas ayer en todos los centros de esta institución docente. La primera mujer rectora en sus 484 años de historia se ha marcado como objetivo poner a la UGR en la élite de las universidades, mediante la potenciación de aquellas facetas del conocimiento en las que marca la diferencia por su valía.
Después de una jornada electoral sin incidentes, durante la que permanecieron abiertas las mesas desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde, los primeros escrutinios ya daban a Pilar Aranda como segura vencedora frente a su rival, el decano de Medicina, Indalecio Sánchez-Montesinos. Al final, la ganadora obtuvo casi el 68% del voto ponderado, frente al 32% del aspirante.
En estos comicios podían votar 60.462 electores, entre estudiantes, personal de administración y servicios (PAS) y profesores. La participación fue del 26,69%, pues se emitieron 16.135 votos. Del total, casi 11.000 votos fueron para Pilar Aranda y algo más de 4.500 para Sánchez-Montesinos, quien asumió ayer su derrota y felicitó a su rival.
La ventaja de Pilar Aranda sobre el otro candidato se presuponía especialmente en el sector del profesorado y, dado su alto porcentaje de supremacía en el voto ponderado, era ella la favorita en estas elecciones.
Pero la gran sorpresa ayer fue el comportamiento de los estudiantes. En primer lugar por el alto porcentaje de participación, pues, aunque un 21% parece poco, hay que tener en cuenta la tradición. Los alumnos apenas han acudido a votar en ninguno de los comicios anteriores, con índices que rara vez pasaban del 10%. La movilización que las dos candidaturas han promovido en el sector estudiantil y el hecho de que las redes sociales y el correo electrónico hayan sido las herramientas de difusión de los mensajes son los dos elementos que se presuponen como impulsores de la mejora en la participación estudiantil.
Y la segunda sorpresa ha sido la amplia victoria que también ha conseguido Pilar Aranda entre este sector de la comunidad universitaria, pues Sánchez-Montesinos había concentrado grandes esfuerzos para conseguir la mayor parte de los apoyos de los estudiantes, que representan un 25% del voto total ponderado.
La supremacía de Aranda ha sido casi absoluta en las facultades y escuelas universitarias de la UGR, pues su oponente sólo ha logrado obtener más votos en las mesas del personal docente y los estudiantes de Medicina, el centro del que él es decano. También se ha impuesto en algunas urnas de Ceuta y Melilla.
Las caras de triunfo eran evidentes entre los colaboradores de Pilar Aranda desde poco después del cierre de las urnas. Reunidos en la Facultad de Ciencias del Trabajo, más de un centenar de personas (entre los que estaban bastantes decanos y vicerrectores actuales) recibieron a Pilar Aranda cuando la victoria estaba asegurada al grito de «rectora, rectora».
Ha sido una dura campaña electoral, en la que Sánchez-Montesinos siguió la línea de la crítica al sistema actual y denunció un supuesto «régimen de poder» con «coacciones» para el voto. La vencedora hizo una alusión a esto al anunciar ante sus seguidores que «han ganado las formas universitarias, el futuro y el proyecto de amor a la institución».
Acompañada desde ese momento por los que la seguirán en el Gobierno de la UGR, Pedro Mercado y María del Mar Holgado, Aranda explicó a los periodistas que su prioridad va a estar centrada en el diálogo y la exigencia a los Gobiernos, central y autonómico. Al primero le reclama la retirada de los decretos que han restringido la contratación de personal y a la Junta, el pago de la deuda que asfixia a la UGR con problemas de tesorería.
Recordó que la media de edad entre el personal docente de la institución es de más de 50 años y que por otro lado se está perdiendo mucho conocimiento a través de los jóvenes investigadores que no pueden continuar y que se han formado en la institución.
No se olvidó de las promesas hechas a los estudiantes, entre las que destaca la gratuidad del B1 de inglés. «Tenemos que hacer mucha política universitaria, revisar los planes de estudios, fomentar los dobles grados…» incidió ayer Aranda durante su primer repaso de prioridades tras la victoria. El objetivo de esos cambios ha de ser, para la futura rectora, afianzar a la UGR en el puesto de liderazgo que ella asegura que ocupa en Andalucía y conseguir que se coloque a la cabeza de las universidades españolas.
Aranda prometió anoche mismo sentarse a dialogar con los sindicatos cuanto antes, algo que en el actual mandato de Francisco González Lodeiro prácticamente no se ha producido.
Precisamente el rector actual, que seguirá siéndolo casi un mes más previsiblemente, recibió a los dos candidatos a sucederle en su despacho del Rectorado alrededor de las 10 de la noche. Allí tuvieron ocasión de encontrarse también Aranda y Sánchez-Montesinos, pese a que éste se retrasó y obligó al actual y a la futura rectora a esperar su llegada durante largo rato.
Pilar Aranda no quiso dar más nombres de su futuro equipo de gobierno más allá de los dos ya conocidos. «Voy a pensar, tengo que estudiar muchos temas después de estos 18 meses», agregó la futura rectora de la UGR.