Tras dos años en funciones, lo resuelven con dos cargos: un presidente y un vicepresidente · Los socialistas eligen para la presidencia al catedrático de Economía Financiera de la Universidad de Granada Antonio López
El PSOE y el PP han vuelto a recurrir a la fórmula de un cambio de estructura y un reparto del organigrama directivo de una institución para desbloquear su renovación. En esta ocasión ha sido la Cámara de Cuentas de Andalucía. Su dirección estaba en situación de interinidad desde hace más de un año y medio, y ayer, socialistas y populares, dieron con la solución: la actual figura del consejero mayor desaparece para ser sustituida por un presidente, y se crea una nueva vicepresidencia. La decisión, en este clima de austeridad, en ningún momento entraña un aumento de personal directivo, sino un intercambio funcional entre los dos partidos.
La nueva composición de la Cámara se concretará tras la modificación de su ley reguladora, vía proposición de ley, y que ya las dos formaciones han pactado. El problema radica ahora en quiénes ocuparán los cargos. Son cuatro de los siete consejeros actuales los que deben salir o renovar su mandato, después de un año y medio en funciones. En esta situación están el consejero mayor, Rafael Navas, y Eduardo Rodríguez Melgarejo, propuestos en su día por el PP, y Antonio Marmolejo Ledesma y Ricardo Sánchez Virués de Segovia, por el PSOE.
La primera incógnita despejada es la de Navas -lleva doce años en el cargo, y es un puesto se renueva cada tres años-, ya que los socialistas propondrán para la presidencia al catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Granada Antonio López Hernández, que fue concejal de Hacienda entre los años 1987-1991 en Guadix (Granada). Los demás es probable que corran la misma suerte -los consejeros son elegidos por un periodo de seis años-. La ley de Igualdad marca que en estos organismos rija la paridad, por lo que dos mujeres deberán incorporarse forzosamente a la Cámara. Por lo que respecta a sus nombres, el PSOE no ha querido decir quién será su segundo consejero, y el PP tampoco ha querido desvelar a quiénes quiere colocar al frente de la vicepresidencia y como consejero; aún tiene tiempo de hacerlo hasta finales de este mes.
La renovación de estos cuatro representantes se ha demorado porque en la agenda de socialistas y populares nunca ha tenido demasiado peso. En otoño de 2008, los dos partidos iniciaron una ronda de contactos que al poco se paralizó, llegándose a reconocer por ambas partes que en 2009 el asunto se quedó «bastante dormido», y así hasta ahora. De acuerdo con el Reglamento del Parlamento andaluz, serán los grupos políticos los encargados de proponer a los nuevos miembros, cuyos nombramientos deben ser aprobados por mayoría de las tres quintas partes de los diputados.
Precisamente, ese mismo volumen de votos es el que se necesita para la aprobación del Consejo de Administración de la RTVA, cuya renovación se resolvió con un cambio de estructura mediante la creación de una vicepresidencia y una secretaría adjunta para el PP. La misma fórmula se aplicó también para la composición de la Mesa del Parlamento, en el que para lograr el equilibrio de fuerzas entre socialistas y populares se aumentó su organigrama con un vocal para el PP.
