Los pescadores granadinos quieren sacar mayor rentabilidad a su negocio, para lo que han planteado un proyecto de comunicación que va a permitirles que desde su propio barco, en el mismo instante de realizar las capturas y antes de llegar a puerto, informen a sus clientes del producto pescado.
El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Motril, Ignacio López, informó de que esta iniciativa «se trata de un sistema o aplicación que a través del teléfono móvil se pueden pasar los datos a tierra, para que los clientes vean el producto y podamos poner la cantidad que lleva cada barco, así como la calidad con foto del mismo, de manera que a través del móvil incluso se pueda dar un precio, sin tener que acercarse a la lonja».
Conscientes de que hay que innovar para sacar el mayor rendimiento a la producción, López señala que el futuro del sector pesquero que, a su juicio está «muy castigado», pasa por el cooperativismo «que no sólo ayude a mejorar los precios, sino que también se le ofrezca nuevos servicios al consumidor», explicó.
El profesor Enrique Montero de la Cátedra Relec de la Univesidad de Cádiz, que ya colabora con los pescadores en el proyecto de Aguas litorales limpias, recordó cómo nació la iniciativa. «Todo surgió del proyecto que realizamos con el Grupo de Desarrollo Pesquero del reciclado de residuos y nos surgió la idea de poner en valor los pescados en los mercados». Y añadió: «tenemos una aplicación que estamos ya ensayando, de la que hemos hablado con el Ayuntamiento para que nos ponga en contacto con los restauradores de la comarca, para que haya una comunicación total y así se sepa lo que va a llegar a la lonja esa misma tarde», argumentó.
El motrileño aclaró que la Universidad de Granada está realizando este trabajo sin ningún tipo de coste: «no es compleja» y explicó que este tipo de proyectos se pueden convertir en una realidad a un bajo coste, «como el de recogida de residuos», gracias a la colaboración de instituciones, y que esto entra dentro del objeto de la cátedra Relec, en la cual «el problema nunca es el coste».