Oposiciones limpias

LA escasez de plazas para funcionarios y el elevado número de personas que concurren a las contadas oposiciones convierte la resolución de los concursos en un nido de quejas, reclamaciones y sospechas. Es lo que ha ocurrido en un concurso para proveer tres plazas de personal laboral de apoyo a la docencia y a la investigación de la Universidad de Granada. Una cuarta parte de los aspirantes ha presentado reclamación al considerar que se trata de un caso de enchufismo a favor de las dos personas que superaron la prueba. Hay coincidencias sospechosas, como que ambas trabajan allí desde hace 14 años; que la calificación fuera para ambas de 37,92 puntos y que la tercera plaza no fuera adjudicada. La Universidad deberá ahora resolver las quejas, verificar si hubo o no trato de favor y comprobar si esas extrañas casualidades esconden alguna argucia ilegal. En estos duros momentos en que el acceso a la función pública o a los empleos en las instituciones va a cuentagotas todas las garantías son pocas para que las resoluciones sean lo más justas posibles.
Descargar