El rector presidió ayer la conferencia de los premios Nacionales de Investigación · Los ponentes alertaron de que la I+D+i se ha visto muy afectada por la crisis económica
Excepto las personas que se dedican en cuerpo y alma a disciplinas tan complicadas como las Matemáticas o la Física, el resto de los mortales suele obviar hasta qué punto estas materias son importantes en la vida diaria. Por ejemplo, a la hora de utilizar un micrófono, el GPS del coche, cuando va al hospital a realizarse una prueba como un TAC o incluso, en la letra del DNI intervienen las matemáticas. Aunque los científicos advierten que, normalmente, pasan inadvertidas y resultan invisibles a los ciudadanos.
«Uno ve que el GPS da diversas informaciones, pero cuando se estudia cómo se consigue esa información a través de las señales de los satélites, descubres que son una serie de algoritmos matemáticos. Ocurre lo mismo cuando se va a buscar el carné de identidad y se observa la letra que aparece en él. Pues resulta que se asigna por una división entre 23, una aplicación interesante de la aritmética modular. También cuando uno va hacerse un TAC a un hospital para detectar un tumor. Uno se sienta en la máquina que lanza unos rayos X y ésta mide la intensidad de esos rayos que entran y que salen, pero, ¿cómo se convierte eso en una imagen de los tejidos y en una imagen del tumor?
«Ahí están las matemáticas y los algoritmos. La vida moderna está impregnada de matemáticas», advirtió el Premio Nacional en Matemáticas y Tecnología de la Información Antonio Córdoba.
Estos conocimientos que escapan al conjunto del saber de los ciudadanos de a pie son los que ayer impregnaron el edificio Mecenas de la Facultad de Ciencias en la inauguración del máster Fisimat de Física y Matemáticas que se va a impartir en la Universidad de Granada. Al acto asistieron dos premios Nacionales en Investigación, el doctor en Biología por la Universidad de Barcelona Jordi Bascompte, a quien le otorgaron el premio a la investigación por el estudio Redes mutalistas planta-animal, la arquitectura de la diversidad, y el doctor en Matemáticas Antonio Córdoba.
El doctor Jordi Bascompte, por su parte, amplió esta jornada dedicada a la ciencia, con una conferencia de una disciplina totalmente distinta, como es el estudio de las especies animales, pero desde una perspectiva más cercana a las Matemáticas que a la Biología. «La arquitectura de la diversidad es intentar entender cómo las interacciones entre especies afecta a esas comunidades ante perturbaciones como el cambio climático, por ejemplo. Pero, intentamos ver la diversidad no tanto como lo haría un coleccionista que se basa en coleccionar especies aisladas que observaría de forma independiente unas de otras, sino como lo haría un ingeniero o un físico, ver el todo funcional».
En palabras del rector, Francisco González Lodeiro, «Granada tiene un gran prestigio en matemáticas a nivel internacional. De hecho, hay cuatro sedes del Instituto Español de Matemáticas, uno está en Madrid, otro en Cataluña, otro en Santiago de Compostela y otro en Granada».
La crisis económica ha afectado de forma notable a la investigación, algo que los científicos suelen señalar. En palabras del doctor Bascompte, «la investigación es básica para dar respuesta a preguntas de la esencia humana, qué somos, de dónde venimos o a dónde vamos».
«Los países que son más estables ante esta situación de crisis están basando su economía en la I+D+i, es decir, en el conocimiento porque es la puerta para generar nuevas tecnologías y nuevos recursos», asevera.
Con ello, quisieron hacer una llamada de atención a los recortes presupuestarios que se padece en este ámbito, aunque según el doctor Córdoba, en estas décadas en España se ha logrado un «sobresaliente desarrollo» científico. «En el caso de las Matemáticas, a finales de los 60 España era un desierto cultural. Sólo aportábamos un 0,3% de la contribución mundial y ahora está en un 4% a nivel de publicaciones en revistas internacionales, lo que nos sitúa en la novena posición a nivel internacional».
Está claro que su pasión es investigar para impulsar a la sociedad hacia un futuro mejor. Por eso, reconocen que ellos sintieron que la vocación llamaba a su puerta desde que eran niños. «Yo comencé la investigación a nivel profesional cuando inicié mi tesis doctoral». Pero el doctor Bascompte, advierte que la inquietud por el saber surge mucho antes.
«Cuando era un chaval ya iba al campo a ver pájaros y estaba fascinado por los programas de El hombre y la tierra». Al doctor Córdoba le ocurre lo mismo y evoca los momentos de juventud para intentar situar el inicio de su labor investigadora. «El premio que me otorgaron es por la labor de toda una vida, pero, por marcar un hito, quizá a principios de los 70 cuando acabé en Madrid y me ofrecieron una oferta en la Universidad de Chicago para ir a hacer el doctorado. En el 72 empecé a considerar en serio la investigación en Matemáticas como la tarea de mi vida».