Medallas a una vida dedicada a la UGR
Cientos de personas se congregaron ayer en el Crucero del Hospital Real para asistir al homenaje que la Universidad de Granada quiso rendir a personal y alumnado por su trabajo en la institución académica.
Los primeros homenajeados fueron los últimos en dejar la Universidad, todos aquellos que tras años de dedicación fallecieron a lo largo del pasado curso académico. Sus familiares, emocionados, fueron los encargados de recoger los galardones.
Tras ellos llegó el turno a los que, también durante el pasado curso, pasaron al estatus de jubilados de su tarea en una institución de la que ahora reciben el agradecimiento por el trabajo bien hecho durante años. Profesores, investigadores o personal de administración y servicios que dejan paso ahora a las nuevas generaciones.
Todavía habría tiempo para que aquellos que, pese a cumplir los 25 años en su puesto de trabajo, seguirán en la UGR durante algunos cursos más. María del Carmen Morales Navarro, en nombre del personal de administración y servicios y Ceferino Ruiz Garrido, en nombre del profesorado, pusieron voz a los deseos, agradecimientos y emociones de todos sus compañeros, 122 personas que han dedicado un cuarto de siglo al servicio de uno de los pilares de la ciudad de Granada.
María del Carmen protagonizó una de esas intervenciones entrañables, que provocó que en los rostros de los asistentes aparecieran las sonrisas de los que fueron recordando en su voz todas las anécdotas vividas durante más de dos décadas. La sociedad que ha cambiado a un ritmo a veces acelerado, pero si hay algo que estos funcionarios han tenido que «sufrir» fue el paso de la maquina de escribir al ordenador, al que todavía hay quien no ha terminado de adaptarse.
Por su parte Ceferino Ruiz fue el encargado de recordar el recorrido de los docentes e investigadores que llegaron en 1983 a una Universidad que poco o nada tiene que ver con la que hoy se les presenta y en la que continúan trabajando con ilusión.
Además del pasado, el futuro también estuvo presente en el Crucero. Los alumnos más sobresalientes de la UGR recibieron su merecido premio, los mejores expedientes académicos del curso 2007-2008 y los premios nacionales Fin de Carrera a los del curso 2006-2007. María Benavent fue la encargada de hablar en representación de los estudiantes y de dejar claro que el futuro de la institución está asegurado.
La clausura corrió a cargo del rector, Francisco González Lodeiro, que, tras felicitar a los premiados, recorrió los últimos 25 años de una Universidad, que destacó, conserva su carácter reivindicativo y las ganas de seguir avanzando hacia un nuevo horizonte.
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