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Más profesores para menos alumnos

La UGR ha incorporado en los últimos tres años a más de un centenar de docentes a su plantilla a pesar de que el número de alumnos era cada vez menor y tenía el menor porcentaje de PAS funcionario de España

La Universidad de Granada (UGR) logró el pasado curso frenar la caída progresiva de alumnado y con ello evitar una desigualdad que viene registrándose desde 2006 en todas las instituciones superiores españolas: el aumento de la plantilla docente al tiempo que disminuyen las matriculaciones.

Hace cuatro años, la UGR lograba un máximo histórico con 56.820 alumnos inscritos en sus centros cuando contaba entre sus filas con un total de 3.598 profesores. La bonanza de estas cifras dio pie a la contratación de nuevos enseñantes, concretamente 125 en apenas dos años, pero la demanda de estudios superiores comenzó a disminuir por primera vez en la última década.

En 2008 se registró la mayor caída de alumnado con 56.036 matriculaciones. Paradójicamente, la Universidad de Granada nunca había tenido tantos profesores como entonces, con 3.723 contratados en plantilla.

El último estudio de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), presidida por Ana Patricia Botín, informa que éste no es un fenómeno aislado de Granada. La oferta de personal docente e investigador en las universidades públicas españolas, que se ha incrementado en un 6,8% en los últimos cuatro cursos (6.153 profesores más), contrasta con el descenso de la demanda, que ha superado el 6,2% (80.000 alumnos menos). En cambio, en el caso de las universidades privadas, el incremento de número de profesores ha sido más modesto, del 1,9%, acorde a un incremento del alumnado del 9% (12.000 estudiantes más).

La UGR es además una de las universidades que tiene más funcionarios del país y con una plantilla docente más envejecida. Según el CYD, el 53% del profesorado universitario español era funcionario en 2008, cuando en Granada este porcentaje se elevaba al 58,9% (20,9% catedráticos y 78,1% titulares). Y mientras que la edad media de los docentes ronda los 46,5 años, en la UGR hace tiempo que la superaron y tienen ya una media de 47,7.

En cambio, el personal de administración y servicios (PAS) de la Universidad de Granada sólo coincide con el profesorado en una cosa: en el envejecimiento de la plantilla. La edad media del PAS en las universidades españolas está por debajo de los 40 años, mientras que en la UGR supera los 46 años.

Al contrario que los docentes, el PAS de Granada es, junto al de la Universidad de León, el que tiene el menor porcentaje de funcionarios de España, con un 35%; lejos de universidades como la de Valencia o la pública de Navarra que supera el 90%.

En medio de este panorama entró la crisis financiera en escena hace dos años y revolucionó la gestión de las universidades. El pasado verano se abordó en la UGR una tímida campaña de captación de alumnos que dio muy buenos frutos al lograr frenar la caída de los años precedentes (56.343 matriculaciones). Este curso no han querido arriesgarse y el equipo de González Lodeiro ha reforzado la propaganda para mejorar aún más las cifras. La UGR se estrena tarde con los Grados y urge aumentar las arcas.

Pero la UGR advirtió antes del verano que, dado el contexto de crisis económica que sufre la universidad («estamos tocando fondo en el capítulo 1», dijo el gerente) se limitará la convocatoria de nuevas cátedras y las sustituciones de docentes. Dada la desigualdad registrada entre la oferta y la demanda de los últimos años, la crisis puede servir para cambiar de estrategia.

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