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Los universitarios se juegan la nota y el asiento en la biblioteca

La UGR habilita cinco nuevas salas de estudio · Los estudiantes sólo han podido acceder en agosto al Aulario de Derecho

A dos días de que den comienzo los exámenes de septiembre, la Universidad de Granada ha habilitado cinco nuevas salas de estudio. Hasta ahora los jóvenes que deben presentarse a la convocatoria extraordinaria se estrujaban el cerebro en el Aulario de la Facultad de Derecho, que permanece abierto de 8 de la mañana a 6 de la madrugada. Es el único espacio con el que han contado en la segunda quincena de agosto, desde el 22 de agosto hasta ayer, cuando ya se abrieron las otras bibliotecas.

En concreto, a partir de ayer y hasta el 20 de septiembre inclusive, los estudiantes de la UGR que lo requieran podrán acudir a las salas de estudio de la Facultad de Ciencias, la ETS de Ingenierías de Informática y de Telecomunicación, y la Biblioteca Biosanitaria, las 24 horas del día (a excepción del tiempo empleado en la limpieza a primera hora de la mañana), todos los días de la semana. La biblioteca de la Facultad de Farmacia también se abrirá, pero sólo en horario de 8 a 22 horas, sábados y domingos incluidos. Y del 1 al 20 de septiembre, la ETS de Ingeniería de Edificación (antigua Arquitectura Técnica) estará disponible mañana y tarde, también los fines de semana.

Estas medidas llegan con retraso, según las críticas de los estudiantes. El horario, el escaso espacio y otras restricciones han provocado la indignación de los miles de jóvenes que han tenido que dejar a un lado sus vacaciones y que llevan hincando los codos todo el verano. Hace aproximadamente diez días la única alternativa para el estudio por la tarde era el Aulario de Derecho, hecho que motivó un problema de espacio ante la gran afluencia de estudiantes.

Belinda Rodríguez, estudiante de Magisterio de Educación Infantil, se queja de esta planificación que ha «perjudicado» a los estudiantes. «Es indignante que sólo contemos con el Aulario y ni siquiera con todas sus salas. Además, si no vas a primerísima hora te quedas sin sitio, tienes que esperar a la hora de comer para ocupar el asiento de alguien. Eso si tienes suerte, porque muchas veces la gente deja allí sus apuntes para reservar el sitio y se van». Rodríguez asegura que tampoco hay nadie a quien pedir ayuda porque las secretarías y centros de atención universitaria han estado cerrados por vacaciones, otro ejemplo de «abandono» en una «fecha clave». La experiencia de Rocío Pacheco, estudia Medicina, es similar. Ella tiene que examinarse el viernes. «He necesitado realizar consultas en bibliografía especializada y no he podido porque la Biblioteca Biosanitaria ha estado cerrada. Ayer lo intenté pero estaba colapsada».

Asimismo, opositores, estudiantes granadinos de otras universidades y alumnos de Educación Secundaria, Bachiller y Formación Profesional han tenido que repartirse en las bibliotecas públicas de la provincia, que en su mayoría sólo han abierto de lunes a viernes por la mañana, porque la UGR no les permite acceder a sus salas de estudio. «Es muy injusto que porque no pertenezcas a la comunidad universitaria no se nos facilite un lugar de estudio, y eso que somos bastantes», lamenta Diego Martínez, que se está preparando unas oposiciones. «Tenemos como únicas alternativas la Mediateca del Centro Cultural CajaGranada o la Biblioteca de Andalucía. Casi es mejor quedarse en casa».

Aprobar o suspender no es la única preocupación de los estudiantes de septiembre (quién lo diría). Es curioso que Granada, de las provincias andaluzas con una vida universitaria más activa, ofrezca espacios de estudio insuficientes, en horarios inadecuados y de uso restringido. Y, ante estos problemas que se han planteado, desde los despachos de la Universidad se ofrece una respuesta de silencio porque los funcionarios responsables sí están de vacaciones.

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