– Los padres, reacios a tratar la muerte con sus hijos
La cultura de la muerte está cambiando. La globalización y el desarrollo hacen que cambien las tradiciones y la muerte también está afectada, de forma que se está despersonalizando. Costumbres de otros tiempos, como velar en las casas, ya se están superando. Pero surge una contradicción entre el cambio de hábitos y el trato familiar del duelo, de forma que los padres muestran un rechazo a hablar de la muerte con sus hijos menores, a los que eliminan de cualquier proceso o acto relacionado con la misma.
Para analizar las distintas creencias, conductas y sentimientos relacionados con la muerte, el psicólogo mexicano Jerónimo Dickinson ha realizado entre México y España un estudio de investigación en colaboración con la Universidad de Granada. Para eso, ha analizado cómo influyen la cultura, las creencias o la educación en niños y adultos a la hora de hablar sobre la muerte. Los lugares de estudio, Mérida y San Crisanto en México y Granada y Órgiva en España.
Según el investigador, en Granada destaca una gran diferencia entre lo que los padres explican de la muerte a los niños y lo que aprenden en las escuelas. Los padres, aunque con creencias, explican que la muerte es el fin, mientras que en las escuelas en la asignatura de religión la consideran un paso a la otra vida, por lo que se produce una contradicción. De esta forma, la religión actúa como un elemento de discordia. Dickinson asegura que los padres intentan alejar a los hijos de todo el ritual de la muerte principalmente porque no saben explicar qué es, mientras que los niños -entrevistó a menores de 8 a 12 años-, en su mayoría, aseguran que no les importaría acudir al cementerio.
Otro aspecto constatado en el estudio refleja que mientras que en los pueblos se siguen manteniendo costumbres (tradiciones de las que no se conoce el origen), en las capitales se está despersonalizando la muerte, algo que no es necesariamente sano.
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