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Los erasmus piden a Europa que las ayudas sean ‘más equitativas’

Por una vez políticos y ciudadanos van todos a una. Con motivo del 25 aniversario de programa Erasmus, más de un centenar de estudiantes que han disfrutado de esta beca se reunieron ayer en Granada para firmar una declaración en la que exigían que las ayudas de movilidad atiendan mejor el coste real de la vida en cada país de destino, que sean «más equitativas» para abrir el plan europeo a más alumnos. Y al mismo tiempo, los ministros de Educación de la UE respaldaron desde Bruselas incluir un reparto más «equilibrado» de las becas Erasmus para 2014-2020, tal y como defiende España, que se considera perjudicada por el actual sistema de distribución de las ayudas.

En el marco de este XXV aniversario del Programa Erasmus, la Universidad de Granada acogió ayer los actos oficiales en la sede del Rectorado con la presencia de representantes de la Comunidad Europea, el Ministerio de Educación, la Agencia Nacional Española y la Junta de Andalucía, que han gestionado estas ayudas a más de 2,5 millones de personas en Europa. Coincidiendo con el encuentro, la UGR invistió Doctor Honoris Causa al ex presidente del Congreso de los Diputados y uno de los impulsores del programa Erasmus, Manuel Marín, quien afirmó que la gran asignatura pendiente del programa europeo que ahora se revisa en la UE es que «todos los universitarios puedan estudiar, al menos, seis meses fuera de su país».

La subdirectora General de Promoción Exterior Educativa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, María de los Ángeles Muñoz Fernández de Bastida, informó de las novedades que se han incluido en el nuevo programa, que a partir de 2014 (hasta 2020) se llamará Erasmus para todos. Entre ellas, que el presupuesto para la movilidad internacional se aumentará un 70%, hasta alcanzar los 19.000 millones de euros, con el objetivo de lograr los 5 millones de becados (actualmente no llegan a tres millones los que han disfrutado de las ayudas). «La idea es que un 25% de los beneficiados procedan de la Enseñanza Superior, un 17% de la FP, otro 7% de la educación escolar y un 7% de juventud.

Pero el mayor empeño de la Comisión Europea es que, al reagrupar la educación y formación con juventud y deporte, se consiga «simplificar y racionalizar las aportaciones de cada país».

Los estudiantes reunidos en la Universidad de Granada en representación de los alumnos que participan o lo han hecho en los programas Erasmus acordaron ayer proponer a la Comisión Europea mejoras que universalicen estas becas y faciliten además la inserción laboral de los estudiantes en los países a los que acuden a formarse. Una de las principales demandas de este colectivo de estudiantes pasa por mejorar el sistema de distribución de la ayuda financiera para que las becas se ajusten al coste real de la vida en el país de destino, y facilitar así que los estudiantes con menos recursos puedan optar al programa.

Los estudiantes han demandado además una mejor gestión del reconocimiento de la formación para evitar complicaciones burocráticas en la tramitación de los créditos que han cursado a través del programa. Este colectivo de universitarios ha pedido además herramientas para mejorar las capacidades lingüísticas con un sistema de acreditación que compare el nivel de un idioma extranjero antes y después de disfrutar de la beca Erasmus.

El rector de la UGR, Francisco González Lodeiro, recordó que cuando arrancó el programa Erasmus en 1987, «se basaba en una confianza mutua entre las universidades, entre los mismos profesores, que eran los que hacían los contactos». Pero también había profesores que no se lo creyeron y contra ellos tuvo que luchar Manuel Marín. Durante su investidura como Doctor Honoris Causa, Marín ofreció un recorrido por la tramitación previa para aprobar el Programa Erasmus y los logros conseguidos durante estos 25 años de existencia.

Otro reconocimiento importante se lo llevaron los 25 erasmus que representaron a los 400.000 españoles que han disfrutado una beca en todo este tiempo. Con sus testimonios y experiencias la Agencia Nacional Española ha elaborado un libro en el que relatan cómo les ha cambiado la vida las estancias universitarias en el extranjero.

«Nací, crecí, estudié Farmacia y me hice erasmus para siempre», relata una de las tres millones de historias que integran el programa en Europa, un proyecto que obtuvo en 2004 el Premio Príncipe de Asturias de la Cooperación Internacional.

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