– Los colegios de la provincia acogen a más de mil alumnos discapacitados.
Los centros educativos de la provincia acogen en sus aulas a 1.093 alumnos con discapacidad: 630 en centros específicos y 463 en centros ordinarios. Están repartidos en 7 centros específicos, 65 aulas de Infantil y Primaria, 25 de Secundaria y 23 centros concertados. Ayer, cerca de doscientos profesores de la provincia se reunieron en unas jornadas para poner en común las experiencias que llevan a cabo en sus centros con este tipo de alumnos.
El delegado provincial de Educación, Antonio Lara, que acudió ayer al acto, insistió en la necesidad de que cada vez sean más los alumnos que se integren en las aulas ordinarias con el resto de niños; siempre que sea posible, ya que esta modalidad fomenta la sociabilidad de los pequeños al compartir espacios comunes como el recreo y las actividades lúdicas.
El trabajo de estos profesores es fundamental, son los encargados de estimular a los pequeños en el aprendizaje para que desarrollen todas sus potencialidades, argumentó Antonio Lara.
Pero el trabajo no es fácil, los docentes tienen que trabajar en los colegios de la provincia con niños que presentan discapacidades muy diversas, de ahí que cuando se integran en las aulas ordinarias se intente que no haya más de cuatro niños por clase con estas características para facilitar la labor a los profesionales.
En los centros educativos ordinarios estos alumnos tienen la posibilidad de prorrogar sus estudios hasta dos años puesto que la normativa les permite permanecer en el sistema educativo hasta los 21 años. Se trabaja con ellos con un currículum distinto que les prepare fundamentalmente para la vida, para que consigan ser autónomos y para que sean capaces de valerse por sí mismos, añadió el delegado de Educación.
En las jornadas de ayer, celebradas en el centro de profesorado (CEP) de Granada, los docentes tuvieron una primera toma de contacto y compartieron estrategias metodológicas.
En este sentido, el delegado de Educación reconoció la importancia del trabajo de todos los docentes para potenciar la capacidad de los niños, lo que permitirá que muchos de ellos tengan la formación suficiente para poder ir a la Universidad cuando terminen sus estudios. En la Universidad de Granada hay actualmente algo más de 300 alumnos con algún tipo de discapacidad que cursan estudios superiores.
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